Qué bonita boquita, señor Gobernador

De 1943 a 1949, gobernó el estado de San Luis Potosí el general Gonzalo N. Santos, célebre por su lenguaje coloquial y quien a pregunta expresa acerca de ¿qué es la moral?, el general contestó que se trataba de “un árbol que da moras”.

Con este antecedente un tanto irónico, nos podemos referir a la forma grosera, majadera y despectiva de referirse al Presidente Municipal de El Salto por parte del Gobernador de Jalisco Emilio González Márquez, cuando le inquirieron por un tema sobre el municipio; que si bien reflejaría la falta de educación de un ciudadano, es más grave por la investidura de quien la dijo.

Así como en el sexenio del general Santos, en donde el comentario se ha de haber hecho entre amigos, al calor de una copa; las expresiones del gobernador jalisciense no fueron realizadas ni en una reunión de amigos, ni en la cantina “La Fuente” en el centro de Guadalajara, y mucho menos una expresión vertida por la falla de un penal en un partido de futbol en el estadio Jalisco, los términos en que el gobernador se expresó, no es propio del lenguaje de un gobernante, que en todo caso debe ofrecer respeto a sus gobernados y autoridades para evitar proferir palabras soeces en público.

Recuerdo a Emilio González, entonces candidato a gobernador, hacer una declaración en público a la salida de una reunión con la comunidad cultural de Guadalajara, más o menos de la misma especie, toda vulgaridad.

Vicente Fox en su sexenio tuvo una serie de tropiezos de tipo cultural y coloquial, pero no recuerdo haberlo escuchado decir un improperio contra algún rival político, y como sabemos, él creyó que todo el Congreso de la Unión y los gobernadores de oposición en México, así como Hugo Chávez en Venezuela, Fidel Castro en Cuba, Nestor Kirchner en Argentina, y, ocasionalmente Evo Morales en Bolivia, estaban en su contra; sin que recibieran injuria alguna de su parte.

No contento con lo anterior, el gobernador González Márquez omite como política pública de su gobierno, la promoción del uso del preservativo o condón, porque según él, “equivaldría a dar un six de cerveza y un vale para el motel y con ello pagar la diversión de los jóvenes”, además de que, según su gobierno la “única obligación que se tiene de repartir el preservativo es con la comunidad homosexual, porque está considerada como de alto riesgo de contraer el Sida”. Sin duda alguna fue un comentario desafortunado y con una clara tendencia conservadora y discriminatoria, como si fuera el único grupo vulnerable a dicha enfermedad.

Alguien debe informarle al mandatario de Jalisco, que gobierna en el siglo XXI, y que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) también se transmite por instrumental médico contaminado, en transfusiones sanguíneas o por medio del parto de una madre o por contacto de líquidos seminales de una persona seropositivo y no necesariamente que sea homosexual; esto es, todos estamos expuestos.

En conclusión, las expresiones del señor gobernador de Jalisco, si bien dejan claro su falta de educación y de respeto para todos, no deja claro si su comentario sobre los preservativos fue por total ignorancia sobre un tema de salud pública tan importante o sólo quiso agredir y culpar a una minoría.

Debemos estar preocupados ya que en 2011 Guadalajara será la sede latinoamericana de la máxima justa deportiva y sería prudente que González Márquez comience por conocer las culturas de los países visitantes, para que no confunda los gamines de Colombia o los cholitos de Perú, con gente muy rica, o bien, como acostumbraba el “Alazán Tostado”, apodo con el que fue conocido el general N. Santos, aplicar sus “ierros” refiriéndose a los castigos que empleaba a sus enemigos: encierro, destierro y entierro.