Citas memorables de la historia de México

¿Siguiente cita? Haz click en F5 o en Página Principal para actualizarla.

martes, 28 de septiembre de 2010

Éxitos escondidos

De tiempo atrás, la Policía Federal había montado un operativo para detener al diputado federal electo por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) Julio César Godoy Toscano, en los ocho accesos al Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados y del Congreso.

Pero la sesión del pasado martes 21 de septiembre, transcurría con toda normalidad, cuando de repente hizo su aparición el diputado Godoy: había burlado la seguridad montada exprofeso para su detención. Un periódico de circulación nacional mostró las imágenes de los diputados del PRD José Narro Céspedes y Mary Telma Guajardo, ayudando a Godoy a meterse al interior de un vehículo para introducirlo al Palacio Legislativo, lo cual fue captado por las centenas de cámaras de seguridad, a la espera del ansiado fuero constitucional y por supuesto, la dieta.

Godoy prometió cumplir y hacer cumplir la Constitución y sus leyes, para posteriormente en conferencia de prensa, afirmar que la PGR inventó acusaciones en su contra y cuando había girado orden de aprehensión, se puso a salvo, pero no lo buscaron en su domicilio y ante la insistencia de los reporteros de la fuente, señaló que tenía derecho a decir lo que considerara conveniente, y los reporteros se retiraron de la ronda de preguntas y respuestas, al calificar como una burla de Godoy Toscano, el decir que había llegado por “la puerta principal”, cuando normalmente se ingresa por otra puerta en las calles laterales.

De la averiguación previa PGR/SIEDO/UEYDCS/205/2009 iniciada por la Procuraduría General de la República (PGR), Salvador García Soto en su columna Las llamadas de Godoy, dice que se encuentran una serie de grabaciones telefónicas, en las que se presume se trata de la voz del diputado, hablar con gran familiaridad con Servando Gómez, La Tuta, presunto líder del cártel de La Familia Michoacana, al que se refiere en varias ocasiones como Tío, y al que le pide apoyos, lo mismo para financiar una campaña que para hablar de política.
Las opiniones han sido vertidas desde el descaro y cinismo de Godoy, pasando por la complicidad de los diputados Narro y Guajardo para introducirlo a San Lázaro, hasta la inmoralidad de obtener el fuero que le garantiza protección, en vez de hacer frente a sus acusadores para demostrar su presunta inocencia, -como él asegura tenerla.

Seguramente en su manera de ver o interpretar la justicia, él así se considera, y decidió omitir la acción de ésta y hacerse justicia por su propia mano, aunque al tomarle protesta, el Congreso manda una señal de impunidad.

También como un éxito seguramente calificó Agustín de Iturbide su ascenso al imperio de México, en circunstancias poco claras. En octubre de 1810 Miguel Hidalgo invita a Agustín de Iturbide a unirse a la causa insurgente, quien la declina y durante los once años de la guerra de independencia, decide combatir en contra de aquellos quienes soñaron con la independencia.

Se sabe que su trato como combatiente y autoridad fue cruel y en exceso, razón por la cual, se le negó el ascenso a general.

Cuando Iturbide se entrevista con Vicente Guerrero en febrero de 1821, para sellar la alianza política y militar con el abrazo de Acatempan, unos meses antes Iturbide seguía persiguiendo y matando insurgentes.

Para el 18 de mayo de 1821, el sargento Pío Marcha y la tropa del regimiento de Celaya que comandada Iturbide, azuzaban a la plebe: “¡viva Agustín de Iturbide, emperador de México!”. Dos días después, Iturbide “accedió” a los deseos de la turba en el alboroto callejero y su “nombramiento” fue ratificado por el Congreso y coronado como Agustín I de México por el obispo de Guadalajara, Juan Cruz Ruiz de Cabañas.

Un testigo presencial dice que el presidente del Congreso se dirigió a Iturbide, con “sujétese bien la corona, no se le vaya a caer”.

En sus memorias, Iturbide escribiría sin empacho alguno, que "[...] El Congreso de México trató de erigir estatuas a los jefes de la insurrección... . A estos mismos jefes había yo perseguido, y volvería a perseguir [...]“, en referencia a los insurgentes Hidalgo, Morelos y demás.

martes, 21 de septiembre de 2010

Las mejores fiestas del país



Crestomatia Daily Motion


"Memorias de un mexicano" reseña videográfica del centenario de la independencia de México en 1910, narrado por Manuel Bernal "El Declamador de América".


La noche del 14 de septiembre pasado, el presidente Felipe Calderón ofrecía una cena de Estado en el Castillo de Chapultepec, a los mandatarios, embajadores y representantes enviados para tal ocasión; el menú: la yucateca sopa de lima y los poblanos chiles en nogada.


El siguiente día, a las 6:00 p.m. poco a poco el pueblo ocupaba sus lugares para observar los conciertos preparados, en Paseo de la Reforma, Av. Juárez y Madero, hasta el santo sanctorum de los festejos del país: la plancha del Zócalo capitalino, que a esa hora contenía alrededor de 20 mil personas.


En esta ocasión, un desfile con carros alegóricos de la cultura popular mexicana abrió los festejos con la participación de miles de voluntarios; hace 100 años, un desfile histórico de carros alegóricos con representaciones de las tropas de los indios aztecas, el emperador Moctezuma, Hernán Cortés, indios tlaxcaltecas, Agustín de Iturbide, Vicente Guerrero y el Ejército Trigarante. Doña Carmen Romero Rubio ofrecía recepción en los salones de Palacio Nacional. Hay fuegos artificiales para los asistentes, como ahora.


Mientras tanto, en 2010 un coloso se ponía de pie entre la multitud. Las críticas señalan que se trata de la fisonomía de Emiliano Zapata, José Stalin, Luis Donaldo Colosio,  Vicente Fernández y los señalantes coinciden que se trata de Benjamín Argumedo, un general revolucionario que combatió a Francisco Villa y proclive a la causa de Victoriano Huerta.


Por su parte, la secretaría de Educación Pública (SEP), señala que “El Coloso representa un insurgente, uno de los tantos civiles de la Nueva España que luchó por los principios de la Independencia de México”.


Se invitaron a la ceremonia del grito a los expresidentes Vicente Fox, Ernesto Zedillo, Carlos Salinas, Miguel de la Madrid y Luis Echeverría. Sólo acudieron Fox y Salinas. Pocas veces se ha visto a varios expresidentes reunidos: la última vez fue el 15 de septiembre de 1942, cuando el presidente Manuel Ávila Camacho estuvo acompañado de los expresidentes Lázaro Cárdenas, Plutarco Elías Calles, Pascual Ortiz Rubio, Abelardo L. Rodríguez, Emilio Portes Gil y Adolfo de la Huerta, quienes le ofrecieron su apoyo absoluto ante la emergencia  e hicieron un llamado a la unidad nacional, con motivo del estado de guerra mundial.


La cena bicentenario se engalanó con la casa poblana Uriarte de Talavera, fundada en 1872 por Dimas Uriarte, quien con un costo de casi 2 millones de pesos, elaboró 300 juegos de la vajilla en la que fueron servidas las viandas en este 2010.


En la cena en Palacio Nacional del centenario en 1910, el chef Sylvain Daumont, cocinero personal de Porfirio Díaz, se había esmerado en preparar el extraordinario menú para 10,000 personas, servidos por un ejército de meseros, y cuya etiqueta exigía ser presentados al comensal en estricto francés: melón helado con champaña, para continuar con salmón asado del Rhin con salsa de mariscos, langostinos, berenjenas al vino del Rhin, duraznos Florida, chocolates, pastelillos y tartaletas de postre. Hubo diferencias hasta gastronómicas: El gobierno de Porfirio Díaz dio tamales, atole, caldo, arroz, mole de guajolote, enchiladas, barbacoa y frijoles para la gente del pueblo en los festejos.


Entonces en 1910, el XXIV Congreso celebró, como el LXI en la actualidad, una sesión solemne para esta magna ocasión.


Vino el grito. La cara del presidente Felipe Calderón no parecía de entusiasmo.


Por la mañana del 16, en Dolores Hidalgo, Guanajuato, el presidente leyó la versión de Pedro García, en “Con el cura Hidalgo en la guerra de Independencia”, como sigue: "Mis amigos y compatriotas: no existe ya para nosotros ni el rey ni los tributos. Esta gabela vergonzosa, que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobrellevado hace tres siglos como signo de la tiranía y servidumbre; terrible mancha que sabremos lavar con nuestros esfuerzos. Llegó el momento de nuestra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad; y si conocéis su gran valor, me ayudaréis a defenderla de la garra ambiciosa de los tiranos. Pocas horas me faltan para que me veáis marchar a la cabeza de los hombres que se precian de ser libres. Os invito a cumplir con este deber. De suerte que sin patria ni libertad estaremos siempre a mucha distancia de la verdadera felicidad. Preciso ha sido dar el paso que ya sabéis, y comenzar por algo ha sido necesario. La causa es santa y Dios la protegerá. Los negocios se atropellan y no tendré, por lo mismo, la satisfacción de hablar más tiempo ante vosotros. ¡Viva pues la Virgen de Guadalupe! ¡Viva la América, por la cual vamos a combatir!”.


El pueblo acompañó al presidente Calderón, con el fondo musical de “Caminos de Guanajuato” de José Alfredo Jiménez.


En 1910, los marinos franceses, alemanes, argentinos y brasileños toman parte en el desfile militar; además, María Conesa “la gatita blanca”, -artista de la época-, entona el Himno Nacional. Se inaugura el monumento a la Independencia en Paseo de la Reforma y posteriormente, el Hemiciclo a Juárez; unos días después, se inaugura la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ahora, el 16 de septiembre como siempre, la parada militar en la que participan delegaciones de los ejércitos de Alemania, Brasil, Perú, Rusia, Venezuela así como otros 15 países, acompañadas de aviones de la Fuerza Aérea Mexicana.


Para los festejos del centenario de la independencia en 1910, el trabajo ideológico de la comisión encargada de los festejos del centenario, -formada en abril de 1907-, fue debida en gran parte a Justo Sierra y Vicente Riva Palacio en el ámbito de su intelectualidad: la historia nacional el primero y sobre las lecciones de civismo el segundo. El objeto de los festejos de 1910 fue centrado en la elaboración de obra pública.


Se formaron comités en todos los Estados. Por ejemplo, en Jalisco con sede en Guadalajara, la Comisión Central estuvo presidida por el Gral. Clemente M. Villaseñor e integrada por Carlos Beltrán y Puga, el Dr. Felipe Valencia, el Lic. Celso Ceballos, el Lic. Emiliano Robles, el Lic. Leopoldo Vicencio, el Ing. Rafael de la Mora, el Coronel Ignacio L. Montenegro y el Dr. D. Zaqueo Nuño.


En esta ocasión, la Comisión estuvo presidida por Cuauhtémoc Cardenas, posteriormente por Rafael Tovar y de Teresa, después por José Manuel Villalpando, y por último por Alonso Lujambio, titular de la SEP.


También en 1910, el enviado español, Camilo García, -Marqués de Polavieja- hace entrega del uniforme con que fue capturado José María Morelos por el coronel realista Manuel de la Concha. Porfirio Díaz, profundamente emocionado  -casi con lágrimas en los ojos-, señaló: "Yo no pensé que mi buena fortuna me reservara este día memorable, en que mis manos de viejo soldado son ungidas con el contacto del uniforme que cubrió el pecho de un valiente, que sintió palpitar el corazón de un héroe y prestó íntimo abrigo a un altísimo espíritu, que peleó contra los españoles, no porque fuesen españoles, sino porque eran los opositores de sus ideales”.


En estas fiestas bicentenarias hubiera sido la ocasión propicia para que México  gestionara con anticipación ante Austria, la devolución del Penacho de Moctezuma, llevado a Europa en el siglo XVI: Bernal Díaz del Castillo narra que Hernán Cortés se apoderó de los aposentos de Moctezuma, entre ellos la recámara, el cetro y el mismo penacho. Mintiéndole al rey, Cortés mandó los tesoros de Moctezuma a su familia en España, pero en el trayecto, los galeones españoles que llevaban tal cargamento, fueron asaltados por el corsario francés Juan Florín, quien llevó el botín, entre ellos el penacho, al rey de Francia, mismo que le fue presentado como un faldón morisco.


En 1573, un súbdito francés sustrajo, entre otras cosas, el penacho de la cámara real francesa y lo vendió a los Ambrás, familia italiana de coleccionistas de objetos del mundo. Así permaneció en el castillo de los Ambrás en el Tirol, hasta la Segunda Guerra Mundial; pero a raíz de los saqueos nazis de arte, los Ambrás dieron a la neutral Austria su colección en resguardo, negándose a devolverlo, por considerar a los tiroleses italianos traidores que habían favorecido a Hitler, y desde entonces, la preciada joya de la corona azteca, antecedente de la banda presidencial instituida por Antonio López de Santa Anna en 1843, se halla en el Museo Etnológico de Austria, en espera de que el gobierno mexicano haga la petición formal para su devolución.


Prosiguiendo. España además, regresó el estandarte de la Virgen de Guadalupe que Hidalgo tomó en Atotonilco como bandera insurgente. La República Francesa, por conducto de su Embajada, devolvió a México las llaves de la ciudad, que le habían entregado al general francés Federico Forey en 1863, durante la Segunda Intervención Francesa en México.


Según los funcionarios de la Secretaría de Hacienda a cargo del porfirista José Yves Limantour, el costo de la centenaria celebración ascendió a 1.5 millones de pesos (mdp), que para entonces era una real fortuna. Ahora, los festejos costaron unos 3,000 mdp; claro, otra verdadera fortuna.


Las diferencias sociales cultivaban la Revolución, que comenzó en noviembre de ese año: Se formó un Comité de Damas presidido por doña Carmen Romero de Díaz, para hacer un donativo de 5,000 trajes de color caqui, sombreros y zapatos, -entre otras cosas-, para que todos los mendigos o niños de la calle no dieran “mal aspecto” ante los invitados extranjeros, a propuesta del diario más influyente del país, “El Imparcial”.


En una contradicción entre la herencia indígena y la exaltación de su pasado por las festividades, era mal vista la vestimenta de los grupos indígenas, -salvo a quienes participaron en los desfiles oficiales. Poco tiempo antes, el gobierno de Díaz “repartió” gratuitamente 5 mil pantalones entre los indios de la ciudad.


Como también es contradictorio, que en el perfil de Miguel Hidalgo de la Comisión Nacional del Bicentenario en la red social Facebook, no reconozca la descendencia de 5 hijos que tuvo, producto de su relación con 3 mujeres; en contraste con el patrocinio de la misma Comisión y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), que hacen de la película “Hidalgo: la historia jamás contada”, en la que se infiere por ese sólo hecho, el reconocimiento a su paternidad.


En el campo de las artes, Gerardo Murillo, -el Dr. Atl-, participó de manera destacada en los festejos del Centenario. Durante las celebraciones lideró a jóvenes promesas artistas mexicanos: Roberto Montenegro y Diego Rivera, entre otros, quienes desde entonces destacaron y sorprendieron con su arte renovador.

martes, 14 de septiembre de 2010

Así comienzan las conmemoraciones bicentenarias

En el inicio oficial de los festejos del bicentenario de la Independencia, el presidente Felipe Calderón conmemoró la gesta heróica de los Niños Héroes en Chapultepec de 1847.

Cuando tradicionalmente esta ceremonia se hacía dentro del Castillo, en esta ocasión las fuerzas armadas colocaron a lo largo de la entrada a Chapultepec, una valla de cadetes del Colegio Militar, que custodiaron la llegada del Primer Mandatario.

En su discurso, el presidente Calderón dijo que “Durante la guerra con Estados Unidos, muchos mexicanos combatieron hasta la muerte, pero otros más sólo vieron pasar las tropas norteamericanas sin hacerles frente. Hoy cuántas veces los más acuciantes problemas de México se les quiere ver como parte de una realidad ajena a la nuestra”, en un mensaje leído frente al monumento a los Niños Héroes.

Pero en lo que debería ser un magno festejo, pareciera que los mensajes del Gobierno Federal acerca de la guerra contra las drogas de cuatro años, que ha tenido más de 28,000 vidas cobradas e infiltrándose en la tranquilidad del país, han socavado y dejado a segundo término los festejos fundacionales. Sólo la noche del domingo pasado en Puebla, presuntamente elementos de la Secretaría de Marina (SEMAR) capturaron a Sergio Villarreal, conocido como “El Grande”, líder del cartel de los Beltrán Leyva.

Pero el punto culminante de la celebración bicentenaria, que también conmemora el centésimo aniversario de la Revolución Mexicana, será un espectáculo en la noche del miércoles, que incluye una coreografía de Ric Birch, que produjo ceremonias en los Juegos Olímpicos en 1992 y 2000. El objetivo es una fiesta para todas las edades, con baile, un espectáculo de acrobacia aérea y las actuaciones de celebridades.

Cuando el nacimiento de la patria es un proceso decantado en el tiempo y surge entre estertores sociales provenientes de silenciosas tomas de conciencia sobre la forma de ser y estar en el mundo, el crisol de donde surge la estirpe múltiple y polifacética de nuestro país, reúne elementos arramblados por siglos.

Así, durante los 300 años que duró la Colonia, los vencidos no tenían ninguna noción de un estado de mejor vida. Sus deseos eran proporcionados a sus ideas y solamente conocían lo físico de la vida. Su existencia era triste y miserable, en contraste con la forma de vida del peninsular y el clero.

200 años antes, la tarde del 13 de septiembre de 1810 la conspiración había sido descubierta. Josefa Ortíz, encerrada en su alcoba, mandó una señal de peligro, previamente acordada, a Ignacio Pérez, alcaide de la cárcel, quien la transmitió a los conspiradores en Dolores, Guanajuato.

En Dolores, Guanajuato,  y reunidos en casa de Hidalgo, se dirigió a los presentes: “… Caballeros somos perdidos, aquí no hay más remedio que ir a coger gachupines…” Allende y los demás, asintieron.

Para la madrugada del 16 de septiembre de 1810, se dirigieron a la cárcel de Dolores, para dar libertad a unos 80 presos, a quienes Miguel Hidalgo, -el cabrón del cura-, como lo llamaba Ignacio Allende-, los armó con lanzas. Luego, el pequeño contingente se dirigió al atrio del templo. Hidalgo le ordenó a su sacristán, conocido como “El Cojo" o "El Zurdo" Galván, que repicara las campanas. Al congregarse la gente, Hidalgo hizo una proclama.

"... ¡¡¡Nos levantamos en armas, para quitarles el mando a los gachupines, que se han entregado a los franceses, y quieren que nosotros los americanos, corramos la misma suerte, lo cual no consentiremos jamas!!!..." y prosiguió diciéndoles: "... Debemos salvar nuestra santa religión de los impíos, acabar también con los privilegios de los gachupines, que tanto daño nos han hecho. Mírense las caras hambrientas, los harapos, la triste condición en la que viven, porque nosotros, somos los verdaderos dueños de estas tierras. ¡¡¡Viva la independencia!!!, ¡¡¡Viva la América!!!, ¡¡¡Muera el mal gobierno!!!, ¡¡¡Mueran los gachupines!!! ... ". El pueblo lo festejó.

Imagínese la escena. Para las fiestas del centenario independiente, -en 1910-, Porfirio Díaz no pudo tañer la campana de Dolores colocada desde 1896 en Palacio Nacional, ya que partidarios de Francisco I. Madero, -quien había perdido las elecciones de junio de ese año-, le habían colocado trapos al badajo de la campana.

martes, 7 de septiembre de 2010

Desapercibido informe de gobierno del presidente Felipe Calderón

En una ceremonia protocolaria de no más de cinco minutos, el secretario de Gobernación (SEGOB), Francisco Blake Mora, entregó en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el 4º. Informe de gobierno del presidente Felipe Calderón, ante la presencia de  los presidentes de la Cámara baja y alta, Francisco Ramírez Acuña y Manlio Fabio Beltrones, respectivamente.

Mientras tanto, en  la sesión general de Congreso General, los diputados del PRD, PT y Convergencia hicieron una crítica severa, porque según ellos, por acuerdo cupular se violó la ley y se canceló en esta ceremonia del 1 de septiembre, el derecho de los legisladores de fijar su posicionamiento político, respecto del informe presidencial.

El documento en cuestión contiene diez puntos para “Transformar a México de fondo”: el primer punto, trata del combate a la pobreza; el segundo, cobertura universal de salud; el tercero se refiere a la educación de calidad; el cuarto a la austeridad y las finanzas públicas; el quinto a la reforma económica; el sexto a la reforma en telecomunicaciones; el séptimo a la reforma laboral; el octavo a la reforma regulatoria; el noveno se trata del combate al crimen organizado y, por último, el que trata de la reforma política.

Como colofón del informe y en el mensaje a la nación transmitido desde Palacio Nacional, anunció el decreto para la transición de la televisión analógica a la digital, señalando que en lugar de tener dos grandes cadenas privadas, se pueden tener más de quince, lo que redundará en una gran pluralidad que hace falta a México, dijo el mandatario.

Pareciera que Los Pinos no obtuvo el impacto deseado en la ciudadanía: no hubo reacciones más que de la clase política, a favor y en contra, desde luego.

Durante el transcurso del tiempo, han pasado también desapercibidos, hechos que no modifican la historia, pero que abrieron a los especialistas nuevas líneas de investigación sobre la independencia de México, entre otros.

Se trata del carácter de guerra santa que los participantes, -realistas e insurgentes-, imprimieron al movimiento libertario: Es sabido que Hidalgo adoptó un estandarte de la Virgen de Guadalupe y sus tropas habían fijado su imagen en palos, carrizos y sus sombreros.

"... el cura es un santo... la Virgen le habla varias veces al día..." se oía entre la tropa,
por lo que muy probablemente de aquí salga el refrán popular: "...Te haces que la Virgen te habla...".

En contraste, los realistas encomendados a la española Virgen de Los Remedios, y bendecidos para la campaña por el alto clero de la Nueva España, le habían declarado la guerra a la guadalupana: cuando los realistas encontraban una imagen de la Virgen morena en algún templo, era sujeta a juicio sumario y fusilada, lo mismo hacían los insurgentes con la de Los Remedios.

Pasó desapercibida también, la descendencia de Miguel Hidalgo: Su primera mujer fue la joven Manuela Ramos Pichardo, con quien tuvo 2 hijos: Agustina y Lino Mariano; luego, Josefa Quintana Castañón, con quien procrea 2 hijas: María Josefa y Micaela; y la tercera mujer de Hidalgo, Bibiana Lucero, con quien procrea un varón de nombre Joaquín.

De igual manera, Epigmenio González, capturado por los realistas en la noche del 15 de septiembre de 1810 y enviado a Filipinas, volviendo a México en 1836 y al responder su identidad al nuevo gobierno, afirmo “… Soy Epigmenio González, uno de los padres de la patria, el primer armero de la revolución…”, a lo que obtuvo como respuesta: “… No, ¿cómo va a ser? La lista oficial es Hidalgo, Allende, Morelos, Aldama… Para ser padre de la Patria hay que morir de manera gloriosa y estar en la lista oficial. Usted no está en la lista…”.

Y así, bajo la ignorancia de un infeliz burócrata, González terminó su vida como velador de un museo en Guadalajara, donde murió el 19 de junio de 1858.

Por lo anterior, esta pluma escribe para compartirle una aproximación a la verdad histórica, por más dolorosa que sea, tanto a usted y a mi pequeño hijo de 7 años, y no pasen desapercibidos sus héroes, sólo porque tienen nombre de calle.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Insensibilidad en algunas áreas del gobierno federal

Como usted sabe, desde hace un par de años el Gobierno Federal ha postergado el crecimiento de las empresas telefónicas de Carlos Slim, para presuntamente favorecer al Grupo TELEVISA de Emilio Azcárraga Jean, en una probable operación entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y la Comisión Federal de Competencia (COFECO), bajo la dirección de Juan Molinar Horcasitas y Eduardo Pérez Mota, respectivamente.

Actualmente, la SCT trata de contener la ola mediática que produjo la opinión pública, con las opiniones en contra del nombramiento de Mony de Swann, como Consejero de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) y en una semana, su nuevo presidente, en una maniobra que se presume ilegal, cuando sus opositores señalan que el de Swann no tiene experiencia en el sector y que ha sido impugnado por el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en el Senado.

Además, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), publicó el “Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública”, en el que señala que la SCT, es la dependencia del Ejecutivo Federal que más subejercicio presupuestal obtuvo en el 2009, con el 23.7% de su presupuesto, lo que significa que alrededor de 15,000 millones de pesos (mdp) no fueron utilizados.

La misma SCT se encuentra en escrutinio público por presuntamente haberle negado la oportunidad a Grupo Salinas, de participar en la licitación de la red de fibra oscura de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en la que Televisa, Telefónica Movistar y Megacable, ganaron el concurso como único postor.

Recientemente, se dice que la licitación 21 de espectro radioeléctrico fue concebida y organizada para favorecer a Televisa y al socio con el cual emprende este negocio, la empresa Nextel.

Quizás en las Entidades Federativas suceda lo mismo. Le pongo un ejemplo. Recientemente el diputado priísta Jorge Humberto López-Portillo Basave le envió una carta al Presidente Felipe Calderón Hinojosa, en el que le expresa una serie de anomalías y su inconformidad , por el retardo en la entrega de 150 millones de pesos, para la “Elaboración de estudios de un transporte masivo …”, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, específicamente de Zapopan a Guadalajara, recursos aprobados en el Presupuesto de Egresos Federal 2010, y señala la falta de compromiso y negligencia de funcionarios de la SCT, además de su inconformidad ante el Primer Mandatario.

Otra insensibilidad. Uno de los dos ejemplares del Acta de Independencia que custodiaba el gobierno, fue vendida por un insensible empleado desleal a un viajero curioso en 1830. Lucas Alamán, en su carácter de ministro de Relaciones Exteriores de 1830 a 1832, y quien a sabiendas que la copia extraviada del Acta se encontraba en Francia, solicitó recobrarla aunque no lo pudo conseguir, no obstante que ofreció una suma considerable por su devolución y por tanto, no existía en la República más copia que la que se encontraba en el salón de sesiones de la Cámara de Diputados.

Esos ejemplares del Acta de Independencia del Imperio Mexicano fueron firmados por Juan de O'Donojú, teniente general de los ejércitos españoles, condecorado con la Gran Cruz de las órdenes de Carlos III y San Hermenegildo; y por parte del naciente Imperio, Agustín de Iturbide y una serie de abogados, clérigos, militares y ciudadanos, de cuyo documento se elaboraron dos ejemplares: uno, para el gobierno y el otro, para el Congreso, en el recinto en que todos los mandatarios tomaron protesta al cargo de Presidente de la República.

Luego, el 29 de marzo de 1909, un voraz incendio destruyó el edificio de la calle Donceles y Allende, consumiendo prácticamente la totalidad del recinto parlamentario y el archivo. Entre las desgracias, se encontraba la incineración del Acta de Independencia citada.

Años después, llegó el Acta que había sido sustraída, a manos del Florencio Gavito, entonces autoridad en bibliografía mexicana, quien pidió a su esposa, doña Mercedes Jáuregui, que a su muerte le entregara el Acta recuperada al presidente Adolfo López Mateos, volviendo de nueva cuenta a la patria que la vio nacer: México.

Actualmente, el Acta de Independencia se haya para exhibición al público en el Castillo de Chapultepec.