Citas memorables de la historia de México

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miércoles, 7 de diciembre de 2011

Las barbas del vecino a remojar

La secretaria general del Partido Acción Nacional (PAN), Cecilia Romero Castillo, dijo sobre la renuncia de Humberto Moreira Valdés, a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que “con su renuncia, no se lavan las culpas de sus probables actos de corrupción y falsificación […]”.

Por su parte, los precandidatos presidenciales del PAN, Santiago Creel Miranda, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero Arroyo, coincidieron en señalar, que “Moreira debe ser investigado por su responsabilidad en el endeudamiento de Coahuila […]”.

Sobre el primer caso, aún no está debidamente deslindada la muerte de más de 70 migrantes centroamericanos, en el poblado San Fernando en Tamaulipas, en junio del año pasado, cuando Romero Castillo dirigía el Instituto Nacional de Migración (INM), y luego del escándalo en mayo pasado, por la remoción de delegados del INM en siete Estados de la República, por presuntos actos de corrupción, -como la que señala Romero Castillo en Coahuila-, en el que cabe la presunción que para haber existido corrupción debió haberse gestado con anterioridad, es decir, en el periodo de la señora Secretaria General o quizás un poco antes.

Otras barbas que seguramente el PAN debe poner a remojar, son las de Juan Molinar Horcasitas, quien a su paso por la administración pública calderonista en la titularidad  del IMSS, su administración ganó el honroso premio al “Trámite más inútil del Gobierno Federal”, por el exceso de burocracia en el abasto de un medicamento para un tratamiento especial, y por supuesto, administración en la que se autorizó la subrogación de la guardería ABC en Hermosillo, Son. motivo del siniestro en el que fallecieron 49 niños.

Después, a su paso por la Secretaría de Comunicación y Transportes (SCT), su administración acumuló más de 60 denuncias -principalmente de Iusacell- en impugnación al proceso de la licitación 21, en la que presuntamente se “regaló” a Televisa y Nextel, una concesión para operar frecuencias a precios irrisorios; los subejercicios presupuestales en la SCT que según la autoridad hacendaria, podrían ser de hasta el 20% de su presupuesto, y claro, la sospecha de incurrir en conflicto de intereses en la liquidación de Mexicana de Aviación, en la que se descubrió que su hermano, Javier Molinar Horcasitas, era integrante del Consejo de Administración de la compañía aérea, entre otros.

Sobre el ahora expresidente del PRI, dejó a Coahuila con una deuda pública de 31,973 millones de pesos, según el informe de Endeudamiento de los Gobiernos de las Entidades Federativas en el primer trimestre del 2011 y que el escándalo político en la opinión pública, produjo seguramente su caída como dirigente de su partido.

Una barba histórica: Al levantarse el movimiento de independencia, Hidalgo invitó en octubre de 1810, al joven teniente Agustín de Iturbide, a incorporarse a las filas insurgentes con el grado de Teniente General, quien declinó la invitación para dirigirse a la Muy Noble y Leal Ciudad de México, para ratificarle su lealtad al Rey de España y de quien se sabe que su trato como combatiente y autoridad fue cruel y en exceso, razón por la cual, se le negó el ascenso a general.

Cuando Iturbide se entrevista con Vicente Guerrero en febrero de 1821, para sellar la alianza política y militar con el abrazo de Acatempan, todavía unos meses antes Iturbide seguía persiguiendo y matando insurgentes.

A la consumación de la independencia, Iturbide accedió al imperio de México, en circunstancias poco claras: el 18 de mayo de 1821, el sargento Pío Marcha y la tropa del regimiento de Celaya que comandada Iturbide, azuzaban a la plebe: “¡viva Agustín de Iturbide, emperador de México!”.

Un testigo presencial de la coronación de Iturbide dice que en el momento en el que el obispo de Guadalajara, Juan Cruz Ruíz de Cabañas, le colocaba la corona sobre su cabeza, el presidente del Congreso le decía: “sujétese bien la corona, no se le vaya a caer”.

Un siglo después, en 1921, el diputado Antonio Díaz Soto y Gama propuso que su nombre fuera retirado del muro de honor en letras de oro en el Congreso, por carecer de merecimientos necesarios. Juzgue usted las consecuencias.