Citas memorables de la historia de México

¿Siguiente cita? Haz click en F5 o en Página Principal para actualizarla.

lunes, 27 de abril de 2015

Derechos humanos, ¿política de estado?

Una de las crisis que ha detonado esta administración federal, es su incapacidad para resolver temas de derechos humanos y todo lo que tenga que ver con la protección de la persona humana.

El presidente Peña Nieto recibió una administración con una débil política de derechos humanos que se enmarcó en la denominada “guerra” contra la delincuencia. Crisis como el asesinato de los 72 migrantes de San Fernando, Tamaulipas; de los jóvenes de Villas Salvarcar en Ciudad Juárez o de los estudiantes del Tec de Monterrey, sin olvidar el casino royale en Monterrey que impactaron a la opinión pública, fueron cometidos presuntamente por la delincuencia y detonó la crisis humanitaria.

Esta administración conoció los asuntos de Tlatlaya y Ayotzinapa, cuyos caso han puesto al gobierno federal contra las cuerdas en la opinión, al participar fuerzas de seguridad en su materialización y que coloca a México en una difícil situación de derechos humanos, que ha sido censurado por gobiernos extranjeros y organismos internacionales de derechos humanos, en cuya defensa la Secretaría de Relaciones Exteriores ha podido hacer poco.

Nuevamente un tema se presenta a la opinión pública, como un ejemplo de la incapacidad de autoridades de los tres niveles de gobierno, que fueron sometidos presuntamente por una agencia internacional, cuando un equipo de varios policías federales, sustrajo de manera ilegal a la menor Alondra Luna Núñez, de su salón de clases de la secundaria en la que cursa su educación media, en Guanajuato capital, para llevarla a Houston, en Texas y entregarla a su presunta madre, sin alguna orden y sin practicarle a la menor pruebas de ADN para demostrar su verdadera filiación consanguínea.

Los medios dieron cuenta que se trataba de agentes de la Interpol, cuando en realidad eran policías federales, quienes entregaron a Alondra en la frontera a policías de ese país, como si se tratara de la extradición de un peligroso delincuente.

Sin duda alguna, a Alondra le violaron sus derechos humanos. No se le permitió a sus padres ejercer la garantía de audiencia, la sustrajeron por la fuerza y sin mostrar la orden de un juez.

Además fueron burladas y engañadas la juez que ordenó su extradición sin demostrar la verdadera paternidad, la policía federal al involucrarse de manera ilegal, así como la cancillería mexicana y la Procuraduría General de la República, al presuntamente permitir que la Interpol permitiera ejercer funciones en territorio nacional. Vino el desmentido de Interpol que se deslindaba del operativo en Guanajuato.

Alondra regresó con sus padres en Guanajuato, luego de practicarle exámenes de ADN en Texas, que comprobaron que quien reclamaba la patria potestad y maternidad de Alondra, estaba equivocada.

No es sólo el “disculpe usted”, es el cómo es posible que una presunta autoridad internacional como lo es, la policía internacional o Interpol, pueda disponer de lo necesario, en bienes y recursos, para tomar a cualquier mexicano y de manera ilegal llevarlo sin su consentimiento y con la permisibilidad de las autoridades mexicanas para ser sujeto a lo que sea. Afortunadamente estuvo documentado con un video de un teléfono celular, que captó esas imágenes.

Esto viene a demostrar que todavía está lejos la política de derechos humanos en México; que en la discrepancia que hizo suya la cancillería mexicana con Juan Méndez, relator de Naciones Unidas sobre tortura, tiene razón el enviado de la ONU y otros temas más.

No obstante lo anterior, aspiramos a ser una sociedad de primer mundo, en donde todos los ciudadanos puedan acceder a estándares políticos, económicos y sociales de vida de primer mundo, pero con unos derechos humanos de tercer mundo. ¿Es posible convivir con esta paradoja?

lunes, 20 de abril de 2015

Transparencia y anticorrupción: Insuficientes reformas

La Cámara Baja aprobó la Ley General de Transparencia que obliga a hacer pública toda información producida por quien ejerza recursos públicos.

Bajo esta nueva disposición, los senadores, diputados federales y locales estarán obligados a informar las remuneraciones completas que reciben, sus dietas, bonos, ingresos, compensaciones, prestaciones, gratificaciones, primas y comisiones, excepto las subvenciones para los grupos parlamentarios, como los apoyos por Ricardo Monreal por aprobar la reforma energética.

De estas subvenciones es también de donde han salido recursos destinados a las campañas políticas.

Además, obliga a transparentar a cualquier persona física, moral o sindicato que reciba y ejerza recursos públicos o realice actos de autoridad de la Federación, las entidades federativas y los municipios.

Partidos políticos, sindicatos y cualquier organismo que reciba recursos públicos deberá transparentar cómo los utilizan y no se podrá reservar información sobre violaciones graves a derechos humanos, creándose el Sistema Nacional de Transparencia.

Esto podría significar que Elba Esther Gordillo seguirá en la cárcel y que algunos dirigentes del PVEM deberían estar en la mira por violar sistemáticamente la Ley electoral para beneficiar a ese partido, sin que la autoridad electoral le diga algo.

Per como siempre y en la ignorancia, se clasifica como reservada la información cuya divulgación represente un riesgo en materia de seguridad nacional o a las políticas monetarias y financieras del país. El legislador no precisó qué se debe de entender cuando se clasifica la información como de seguridad nacional, y por tanto, se abusa del concepto generalizando la información.

Esta Ley se complementa con el Sistema Nacional Anticorrupción que se encuentra en el Senado para aprobarse en esta semana, pero carece de algunos temas que parecen torales.

Por ejemplo, omite la regulación sobre el conflicto de intereses, cuyo tema ha sido ampliamente explotado en los temas de la Casa Blanca, la Casa de Malinalco, por citar algunos.

No se ha eliminado el uso de dinero en efectivo para las campañas políticas, ni el fuero para servidores públicos que cometan este delito. Tampoco se incorpora la SHCP al mecanismo anticorrupción, ni obliga a los candidatos o servidores públicos a presentar declaraciones patrimoniales, de impuestos y de intereses.

Es un buen avance en mecanismos de anticorrupción y transparencia, pero parece que fue voluntad del legislador, seguir conservando algunas áreas obscuras. No es necesario extenderse para comprender que en aquellas áreas ignoradas, es donde pudieran haber encontrado nuevos nichos y áreas de oportunidad para generar corrupción.

Trascendió que la aprobación del tema de transparencia no fue del agrado de gobernadores y que hicieron todo lo posible para evitar ser inspeccionados.

No es ningún favor, ni graciosa concesión, mucho menos un acto de caballerosidad de la clase política. Se trata de un acto para moralizar a la ciudadanía, agraviada por las corruptelas y cinismo de quienes dicen defender la Ley.

Los bienes inmuebles del exgobernador de Oaxaca, José Murat; la casa blanca, los viajes de las hijas del presidente del PAN, Gustavo Madero; los moches; la línea 12 del metro; sobre compras en ayuntamientos, IMSS, ISSSTE; corrupción en CFE, Pemex y vaya usted a saber qué dependencia federal, estatal o municipal no se salva de esto.

No sólo esto. Mientras no se reforme el sistema de justicia para adecuar los tipos penales a las nuevas disposiciones en transparencia y anticorrupción, seguirá existiendo impunidad, la palabra favorita de muchos integrantes de la clase política y sus candidatos, en el que nuestro país ocupa el vergonzoso segundo lugar en el Índice Global de Impunidad (IGI) 2015.

lunes, 13 de abril de 2015

El mensaje del código rojo

Desde el inicio de la administración del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa,  el mensaje institucional enviado fue el de la guerra. Mal llamado así, dado a la información inexacta en el que se sumaron el uso inapropiado del lenguaje, la semántica, su interpretación literal, así como el mensaje para difundir la idea de un estado de guerra, que parecería que hoy, con poco más de 22 mil muertos, el Estado mexicano no puede con ella.

Así transcurrió el sábado pasado, cuando la población de Guadalajara vio sorprendida cómo circulaban mensajes por teléfono celular que advertían de la posibilidad de enfrentamientos entre delincuentes y las fuerzas del orden, pidiendo que se resguardaran en casa.

Mientras tanto, la Fiscalía del Estado, el vocero del Gobierno del Estado, la Secretaría General de Gobierno y el titular del Poder Ejecutivo en Jalisco, guardaban un silencio que se convertía en angustiante.

Así por la noche en el infortunio, el gobierno de Jalisco envió a un mando segundo de vialidad, para informar de parte de la Fiscalía que ante cualquier riesgo se daría aviso inmediato a la ciudadanía.

Ni el Gobernador del Estado, ni el vocero del gobierno, ni el secretario general de gobierno y ni el fiscal de Jalisco o algún subalterno de primer nivel de estas dependencias, salió a calmar los nerviosos ánimos ciudadanos y por el contrario, hubo voces que reclamábamos la implementación del código rojo.

Días anteriores los medios dieron cuenta de por lo menos 15 policías muertos en una emboscada en el municipio jalisciense de San Sebastián del Oeste, cercano a Puerto Vallarta, y por tanto, se podía presumir una revancha de la delincuencia organizada en la capital del estado.

No sólo eso. El titular de la Fiscalía de Jalisco trae sus propias crisis, producto de años de enquistamiento en el cargo anterior, como titular de la entonces Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco y después convertida en Fiscalía Central de ese estado.

Una Fiscalía cuyos mandos han permanecido durante 9 años en el cargo, en donde se pudieron haber generado corruptelas o intereses ajenos a los de la seguridad pública. Con cuadros formados en la improvisación y con ausencia de generación de doctrina de seguridad.

Además una día antes el Fiscal Luis Carlos Nájera afirmó que la ayuda federal era insuficiente. No sólo eso, sino que dijo que en la Fiscalía que lleva años dirigiendo, había infiltrados de la delincuencia.

Fueron unas afirmaciones desafortunadas, porque la Federación ha destinado a Jalisco para 2015 en la función seguridad pública, 1,216 mdp, y además porque parece que el Fiscal desconoce quién trabaja con él, luego de años en el cargo. Fiel a sus formas en descalificar a sus críticos para mantenerse en una zona de confort, el Fiscal de Jalisco ha sido superado y ya no tiene más que ofrecerle a Jalisco.

El día siguiente vino el secretario de gobierno a desmentir los rumores, pero la vulnerabilidad que experimentó Jalisco y su gobierno en los campos social y político de la seguridad nacional, que pudieron haber escalado y obligar a la activación del menospreciado código rojo, como un status previo de entidad fallida, en cuyo filo estuvo oscilando por la incapacidad operativa en sus mandos y de comunicación de sus servidores públicos.

martes, 7 de abril de 2015

El helicóptero es sólo una muestra

De unos años a la fecha se ha vuelto popular la llamada subcultura de los mirreyes y ladies, como aquellos hijos de servidores públicos de primer nivel, o bien, algunos integrantes de la clase política, cuya característica es disponer de una manera patrimonialista, los recursos públicos bajo custodia de sus padres, o de ellos mismos, inclusive.

En este contexto se encuentra el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, al ser descubierto en unas imágenes por un vecino de Huixquilucan d donde se desprende que el martes de semana santa dicho servidor público se disponía a abordar junto con su familia, el helicóptero de Conagua que lo llevaría al aeropuerto para abordar su avión y disfrutar de unas vacaciones.

Al saberse descubierto, Korenfeld no tuvo más que reconocer la falta, en la que el tema no es el costo por el uso de la aeronave, sino el engaño y abuso en el ejercicio de su encargo para disponer de manera personal, de bienes que están bajo su resguardo.

Otro escandaloso ejemplo, son los lujos de los hijos del líder del sindicato petrolero y senador por el PRI, Carlos Romero Deschamps, cuando su hija Paulina se daba el lujo de llevar a sus perros de raza pug en un jet particular, a pasear en Champs-Élysées en Paris, capital de Francia.

También estos excesos pudieron haber sido para pagar el ferrari de 25 millones de pesos del hijo del citado líder petrolero. A cambio, no hemos recibido los reportes de transparencia en el uso de los recursos públicos que el gremio citado ha recibido.

Aquí radica el escándalo, porque cuando solo algunos son los verdaderos beneficiarios del poder político, ocupando posiciones en el gobierno, en la que son identificados plenamente como integrantes del jetset mexicano, otros están “jodidos, pero contentos”, en palabras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a cuya aspiración sólo puede generarle unos cuantos pesos diarios.

Para estos mirreyes o ladys que ocupan cargos públicos de responsabilidad, los problemas de política pública que conocen se circunscriben a los de su círculo de vida en Polanco o Lomas en la ciudad de México; Cumbres o San Jerónimo en Monterrey, N.L. o Colinas de San Javier o Valle Real en Guadalajara, en las que desconocen que hay vida afuera de estas colonias, despreciando todo aquello que tenga que ver con lo social.

En este nicho podrían encontrarse directores de área, secretarios particulares, asesores o consultores, algunos de ellos pubertos maleducados, recién egresados de alguna facultad quienes a falta de talento político lo substituyen con dósis de desinterés, descortesía y hasta majadería, cuyo única preocupación es elegir el próximo destino en su viaje de placer, ya sea de playa o de ciudad. Algún país de Europa o Asia posiblemente será el mejor refugio para descansar de unas duras jornadas de trabajo, luego de la extenuante tarea de atender al público.

No conocen límites y en el mejor de los casos, serán promovidos para alguna diputación federal plurinominal, claro, porque no se les da convivir con la ciudadanía, motivo para devengar su salario.

Por eso es que el helicóptero es sólo una muestra de la inmoralidad en que viven. Así y “Bajo el sistema federativo los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad; no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes; no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado [...]”: Benito Juárez, ideario político sobre la austeridad.