Citas memorables de la historia de México

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lunes, 15 de julio de 2013

Somos espiados

El diario brasileño O Globo denunció que Venezuela, Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador, pero con especial énfasis en Brasil, México y Colombia, son países sujetos de espionaje de Estados Unidos, denunciada por el ex analista de la CIA Edward Snowden.

El rotativo carioca asegura que uno de los aspectos del espionaje es que Estados Unidos no se interesaba sólo en asuntos militares, sino también en secretos comerciales. Afirma que Venezuela era espiada por su petróleo, Colombia para dare seguimiento a las atividades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y México, por el sector energético y el narcotráfico.

No es de extrañarse dado a que una de las funciones de las misiones diplomáticas de cualquier país en el exterior, es recabar información y en el caso norteamericano no es la excepción. Lo hace por conducto de los ultimos pisos del edificio de Paseo de la Reforma, contiguo a su embajada en la ciudad de México.

Ahora, encargarse sólamente de los temas de energía y narcotráfico es muy poco. En realidad deben de enterarse de mucho más cosas, como por ejemplo lo divulgado por los cables en el escándalo de Wikileaks, que involucraba la vida y obra de personajes de la vida política de México, a fin de tener elementos de chantaje para obtener apoyos.

El espionaje es usado como parte de la obtención de información para la generación de inteligencia y ésta como herramienta de la seguridad nacional, como elemento del poder.

Por su parte y con el objeto de mantener una organización, el poder tiene una clasificación en campos: político, económico y social. En otras palabras, todos los temas de la cosa pública se encuentran incorporados a estos campos que pueden a su vez subdividirse para su mejor comprensión y análisis.

Más que indignarse por haber desubierto que somos espiados, lo mejor sería que el sistema de seguridad mexicano no permitiera la intromisión en esos temas, como lo hizo la administración del expresidente Calderón, al tolerar la presencia de agencias norteamericanas de inteligencia, en su desesperación por el fracaso de su guerra contra el narcotráfico.

La vida de ciudadanos normales no es espiada. Lo que verdaderamente les interesa es encontrar información que sea valiosa para la generación de inteligencia que pueda adelantarse a los hechos y esta se encuentra en los tomadores de decisiones, sus oficinas y hasta en su vida privada.

Así por ejemplo, Wikileaks reveló el presunto alcoholismo del expresidente Calderón; del regreso del PRI a Los Pinos; de la ineficacia de la guerra contra el narcotráfico de Calderón, de las diferencias entre Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna, entre otros temas sensibles para el país.

Lo que hizo Edward Snowden y antes el sargento Bradley Manning al proporcionar información reveladora sobre las prácticas políticas y de inteligencia de su país a Julian Assange y Wikileaks, es considerado delito grave en su país, pero no deja de sorprender la capacidad norteamericana para obtener información de todo tipo.

Ejemplos hay de injerencia en la independencia de México, como la de un centenar de negros, quienes en plenos combates de la independencia en el sur del país, -en Guerrero, cierto día de 1811 o 1812 las tropas realistas del Brigadier Isidoro Garrote se encontraron con Hermenegildo Galeana, quien regularmente era escoltado por esta centena de negros de la costa chica, ahora de ese Estado, quienes se estaban bañando desnudos en el río, y por precaución, habían enterrado sus machetes en las partes bajas de la corriente para una rápida acción.

Incómoda y desconcertante situación seguramente que vivieron las tropas realistas de Don Isidoro Garrote, al ver al grupo de negros de Galeana tomar machete en mano, quienes avanzaron desnudos sobre los realistas con semejante armamento a la vista, -el machete por supuesto-, quienes pasmados fueron perseguidos por los negros durante tres leguas más. Esta anécdota ha perdurado con el tiempo y es conocida en Guerrero.

Y en este sentido parece que la inmoralidad fue práctica ante la desesperación: En el sitio de Cuautla de 1812 el ejército insurgente de Morelos, quien estaba necesitado de obligar a los realistas a gastar parque, pedía voluntarios para que se acercaran a las trincheras enemigas y provocaran los disparos de los españoles.

Entre los voluntarios a tan peligrosa misión, estaba una mujer: María Reyes. Una voluntaria insurgente que se acercaba a las filas de los gachupines, se levantaba las enaguas mostrándoles las nalgas a los realistas y provocando sus disparos.

Seguramente esta mujer salió ilesa, ya que con el tiempo, fue juzgada por la Inquisición y encarcelada durante cinco años por tan osados e irreverentes actos.