Citas memorables de la historia de México

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sábado, 30 de mayo de 2009

Controversias

Entre los temas de la agenda política abordados en la sesión de la Comisión Permanente del Congreso, se encontraba el pronunciamiento de los grupos parlamentarios por la inseguridad pública en el país, producto del asesinato del periodista Eliseo Barrón Hernández de La Opinión Milenio de Torreón, así como de la detención de 28 servidores públicos de primer nivel del Gobierno de Michoacán, a poco más de un mes de realizarse las elecciones intermedias. 

Fue el senador Graco Ramírez Abreu por el Partido de la Revolución Democrática, (PRD), quien dijo que ningún gobierno de cualquier partido político se ha negado a compartir responsabilidades en el tema de la seguridad pública, pero que le parece que el presidente del Partido Acción Nacional, (PAN), Germán Martínez Cázarez, ha construido un eje con una campaña política, fundada en que “el que no vote por el PAN protege la delincuencia”, “el que no vota por el PAN es parte, cómplice y hasta sospechoso”.

Precisó la peligrosidad del fundamentalismo al que esta invitando en sus mensajes y recordó, además, la insistencia del PAN, -por cierto también de la Iglesia-, en aprobar la Ley de Extinción de Dominio, para que, -hasta ese debate-, no haya sido publicada en el Diario Oficial. 

Curiosamente, esta Ley como otras más, se publicaron el viernes pasado. Además, se vertieron comentarios sobre la desigualdad en la forma del operativo de Michoacán gobernada por el PRD, en contraste con la detención de servidores públicos en Morelos, gobernado por el PAN.

Mientras en Michoacán llegaron sin previo aviso, en Morelos manejaron la situación de manera tersa para contener el impacto mediático.

Además las fuerzas federales entraron a Palacio de Gobierno, en Morelos todo fue suave y con delicadeza. Hubo controversias y diferencias y las sigue habiendo, sobre todo mediático, al darle mayor cobertura a Michoacán que a Morelos. Una controversia que pudo ser cierta y no llevar a Porfirio Díaz a la Presidencia.

Después del triunfo de la República en 1867, se hizo pública una carta entre el General Porfirio Díaz Mori y el Mariscal imperialista Francisco Aquiles Bazaine, -Comandante en Jefe de las Fuerzas Francesas de Intervención-, en la que durante el sitio de Oaxaca a finales de 1864 e inicios de 1865, dice que Díaz visitó personalmente a Bazaine en su Cuartel General para manifestarle que podía tomar la plaza por asalto, pues ya no tenía hombres ni armas. Bazaine lo interpreta como un acto de sumisión al imperio. 

Años más tarde, en 1886, será singular el intercambio epistolar entre Bazaine y Díaz, en las que Bazaine le reprochará Díaz, que la carta anteriormente citada, haya sido publicada de nuevo en los periódicos “citando proposiciones deshonrosas que yo le hubiera propuesto por un intermediario, no es más que una sarta de calumnias” y lo amenazará a su vez, de publicar otra carta: “no debía usted haber olvidado que la víspera de la rendición de Oaxaca, vino usted a pasar parte de la noche en mi Cuartel General, contrario a todas las leyes militares y que hubiera estado en mi derecho de tratarlo como un insurrecto, en lugar de hacerlo como prisionero de guerra. Si yo hubiera hecho publicar su carta referente a esa entrevista, carta que está en mi poder, no hubiera llegado usted a la Presidencia”, le pedirá que nombre al intermediario para perseguirlo por difamador.

Díaz responderá con mucha tranquilidad a esa carta. Lo cierto es que este es uno de los hechos no precisados y obscuros de la historia, en la que después de 20 años siguieran teniendo contacto.

Otro ejemplo. A las 8:00 horas del 15 de mayo de 1867 las fuerzas republicanas avanzan al encuentro de los imperialistas, pero en lugar de hacer fuego, irrumpen en vivas a la República. Entonces se presenta un comisionado de Maximiliano y se acuerda un alto al fuego.

Acto seguido, se presenta ante el Gral. Ramón Corona, Maximiliano con sus generales Castillo y Mejía, diciendo: "General aquí tiene usted mi espada, ya no soy Emperador".

El general Ramón Corona le dice: "Es usted digno de conservar su espada como hombre valiente, pero Emperador nunca ha sido". Corona, le ofrece garantías en tanto llega el general en jefe, Mariano Escobedo. Mientras le esperan, al aire libre y bajo un intenso frío, el Gral.

Corona comenta a Maximiliano: "Está usted temblando, Maximiliano”, quien responde: "Sí, pero no de lo que usted cree, General”. Al llegar el Gral. Mariano Escobedo, Maximiliano le entrega su espada y le pide se le conceda trasladarse a Europa. Escobedo le informa que "no es a mí a quien corresponde disponer de los prisioneros, sino al gobierno de la República". 

La vida sigue su curso y con el tiempo, el 17 de septiembre de 1875, sesiona por primera vez la Cámara de Senadores, después de quedar legítimamente constituida bajo la presidencia de Mariano Escobedo. Sebastián Lerdo de Tejada era el Presidente de la República. 

Obligado por un escándalo político de la época, Mariano Escobedo redacta en julio de 1887, el informe del Sitio de Querétaro de 1867 dirigido a Porfirio Díaz Mori, entonces presidente de la República. Señala Escobedo que el 14 de mayo de 1867, uno de sus ayudantes le comunicó que un individuo procedente de la plaza, y que se encontraba en el puesto republicano, deseaba hablar con él: se trataba del coronel imperialista Miguel López, jefe del Regimiento de la Emperatriz. 

El coronel López le comunicó, que llevaba la comisión del Emperador para procurar una conferencia con Escobedo e informarle su decisión de abandonar la plaza, para lo cual pedía únicamente se le permitiera salir con las personas de su servicio y custodiado por un escuadrón del regimiento de la Emperatriz hasta Tuxpan o Veracruz, en cuyos puertos debía esperarle un buque que lo llevaría a Europa, asegurándose que en México, al emprender su marcha a Querétaro, había depositado en poder de su primer ministro su abdicación al trono mexicano. 

López le dijo que el Emperador le había recomendado que se acercase a Escobedo para suplicarle guardara el más impenetrable secreto sobre la conferencia tenida la noche del 14 como su comisionado, porque quería salvar su prestigio y condición en México y Europa, los cuales se perjudicarían si se divulgaran los puntos de aquella conferencia y sus resultados. Quizás, Maximiliano quería que la historia no lo tomara por cobarde al ser divulgado el contenido de ese parlamento. 

La respuesta del general Escobedo fue que pusiera en conocimiento del Archiduque, que las órdenes que tenía del Supremo Gobierno Mexicano eran terminantes, para no aceptar otro arreglo que no fuera la rendición de la plaza sin condiciones.

En seguida, el enviado de Maximiliano le reveló que ya no podía, ni quería, continuar más la defensa de la plaza, cuyos esfuerzos los conceptuaba enteramente inútiles. 

El día 18 de mayo, Escobedo recibió la petición del Archiduque para dialogar. Mando a su coche por él, quien le expresó el deseo que tenía de ir a San Luis Potosí, para hablar con el Presidente Juárez, a quien tenía secretos que revelar y que importaban mucho el porvenir del país.

Escobedo le contestó que no tenía autorización para conceder ese permiso pero que en obsequio de él, telegrafiaría al Supremo Gobierno pidiéndole instrucciones sobre el particular; que él por su parte podía dirigirse al Presidente de la República directamente, remitiendo su mensaje al cuartel general para que por este conducto fuera despachado.

Se desconoce el contenido de los secretos que quería revelarle a Juárez. En seguida le preguntó si le sería permitido hablar con el coronel.

Cuando Escobedo le manifestó que no había inconveniente alguno, comprendió que el coronel imperialista no lo había engañado en la conferencia citada. 

Así son las diferencias. Unas con caballerosidad, otras no tanto.

sábado, 23 de mayo de 2009

Los derechos

En próximos días, el Ejecutivo Federal hará público en el Diario Oficial, el decreto aprobado en el Congreso por el que se reforman diversas disposiciones de la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el propósito de evitar el incumplimiento, evasión y elusión del pago de las cuotas obrero-patronales, llevada a la práctica por algunas empresas denominadas de subcontratación laboral, también conocidas con el anglicismo outsourcing y cuya práctica, sin duda, se encuentra fuera de los esquemas salariales y previsionales de la economía formal e institucional.

En el ejemplo se hayan las empresas que ofrecen servicios de limpieza, de seguridad, mercadeo telefónico, entre otras. 

El diputado jalisciense Patricio Flores Sandoval (PRI), autor de esta iniciativa, señaló en su exposición de motivos que, con estas omisiones dolosas, el IMSS reconoce que tal evasión puede representar hasta 30 % de sus ingresos actuales, a fin de ver favorecidas las finanzas de dichas empresas y sin importar los perjuicios que ocasionan a los trabajadores. 

Recordemos que la seguridad social es un derecho constitucional nuestro, que busca garantizarnos, -entre otros beneficios-, el derecho a la salud, a la vivienda, la protección de los medios de subsistencia y el retiro digno al concluir la trayectoria laboral. En otras palabras, no nos están regalando nada. 

Dicen los que saben, que mientras los derechos de primera generación son aquellos en los que se imprime la pertenencia ciudadana y política de un individuo hacia un Estado o Nación, los derechos de segunda generación son aquellos que tienen como objeto garantizar el bienestar económico, el acceso al trabajo, la educación y a la cultura, de tal forma que asegure el desarrollo de los seres humanos y de los pueblos. 

En la Constitución de 1824 sólo se señalaron los derechos del naciente Estado Mexicano y sus actores políticos, es decir, la forma de gobierno, el presidente, el Congreso y sus individuos, así como la forma de justicia, principalmente. Mientras que hasta la Constitución de 1857 se plasmaron por primera vez, los derechos de primera generación y algunos de segunda generación, que fue la bandera del presidente Juárez para defender la República de la Segunda Intervención Francesa. 

Una vez el triunfo de la República en junio de 1867, Juárez vuelve a México el 15 de julio.

Instala su residencia en Palacio Nacional y, en su vida de regreso a la normalidad, retoma sus actividades como Masón del Rito Nacional Mexicano. Se dice que su Logia, estaba ubicada en uno de los salones de Palacio Nacional, y cuyo recorrido, sin más escolta, que sólo con la compañía que la del fiel Camilo, indio zapoteca. 

Los trabajos de ese día eran singulares. En logia abierta, sus hermanos masones le solicitaron la conmutación de la pena capital impuesta por el tribunal militar a un caudillo rebelde, dado a que han fracasado ya las gestiones efectuadas por los más significativos sectores políticos y sociales de la Capital, en vano han sido los recursos sentimentales de amistad, de parentesco y de compañerismo.

La muerte se acerca. Juárez, quien previamente se puso de pie e hizo los signos correspondientes de su grado, escuchó el discurso de los hijos de la viuda, quienes lo acompañaron del signo de socorro y contesta: "...El Maestro Masón Benito Juárez se honra de pertenecer a la Augusta Institución Masónica; es miembro de la Logia Independencia No. 22, su Guarda Templo interior; más no tiene facultades para conceder la vida a un ciudadano que ha sido legalmente sentenciado a muerte y pide permiso para cubrir el Templo...".

Le rodean las miradas. Hay desilusión. En el gremio hay confusión. Juárez hace una breve pausa y prosigue: "...El C. Presidente de la Republica -los asistentes voltean nuevamente a verlo- informa que os espera en sus oficinas del Palacio Nacional, dentro de una hora y verá, si dentro de las facultades que la ley le concede, puede otorgaros la gracia de la vida que pedís... ".

Se retira del Templo, recoge en el perchero del cuarto de pasos perdidos su abrigo y sombrero, ya con la investidura del Primer Magistrado de la Nación, y acompañado de Camilo, emprende la caminata a sus oficinas, donde una hora más tarde, hace gracia de la vida del rebelde, a su Logia madre. 

Muy probablemente este pasaje corresponde al perdon, de la sentencia de muerte que hizo el Consejo de Guerra, -en julio de 1867-, a los generales imperialistas Casanova, Escobar, Ramírez, Valdéz, Moret, Reyes, Herrera y Lozada, Calvo, Magaña, Liceaga, Montherde y Othón, así como al Príncipe Salm Salm. 

Previamente, este mismo Consejo juzgó y sentenció a Maximiliano de Habsburgo. La petición de indulto fue solicitada por los liberales queretanos Jesús María Vázquez, Hipólito A. Vieytes, Nicolás de la Campa y los hermanos Frías y Soto. 

Prosiguiendo. Fue hasta la Constitución de 1917 cuando en realidad, se consagraron los derechos de segunda generación, pero la seguridad social, todavía estaba difusa, suelta.

Era una constante recibir en el Congreso, -desde mediados del siglo XIX y hasta principios del XX-, solicitudes de particulares en las que solicitaban una pensión por servicios prestados a la Nación. Desde un escribiente hasta la viuda de un militar, que ofrendó su vida en alguna de las guerras del siglo XIX. 

Durante los trabajos del Constituyente de 1917, los diputados Héctor Victoria, Froylán Manjarrez, Alejandro Cravioto, Rafael de los Ríos y Francisco J. Múgica integraron la Comisión que dictaminó lo referente al trabajo.

Se dictaminó el establecimiento de la jornada de 8 horas, el descanso semanal, responsabilidades de los patrones en accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, así como también la obligación de observar los preceptos legales sobre higiene y seguridad y la prohibición del trabajo industrial para mujeres y niños. A moción de Múgica, se aprobó que los trabajadores participaran de las utilidades de las empresas y la obligación de dotar de vivienda. 

En la actualidad, uno de los artículos más reformado, -desde su promulgación en 1917-, es el artículo 123, que legisla lo referente al trabajo y a la previsión social, con 22 modificaciones. En enero de 1943 se crea el IMSS.

El 6 de abril de 1943 se fundó el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), que constituye la organización sindical más grande del apartado “A” del artículo 123 Constitucional y el 1 de enero de 1944 inician los trabajos del IMSS, con la primera aportación del Gobierno Federal por la cantidad de cien mil pesos, la primera afiliación empresarial y se expidió la primera credencial de afiliación. 

Por cierto que en la década de los cincuenta, el IMSS tenía un empleado que se desempeñaba como archivista.

Su nombre es Fidel Castro Ruz, quien dedicaba su tiempo libre a una actividad poco común: entrenar a un grupo de insurgentes, entre los que se hallaban Ernesto "El Che" Guevara, con quienes a bordo de la embarcación de nombre “Granma”, tomaron por asalto el cuartel Moncada, dando inicio a la revolución cubana. El resto usted lo sabe.

sábado, 16 de mayo de 2009

No está en la lista…

El martes pasado se instaló y sesionó la Tercera Comisión de Trabajo de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, y que aborda los asuntos de Hacienda y Crédito Público, Agricultura y Fomento, Comunicaciones y Obras Públicas, bajo la presidencia del diputado César Duarte Jáquez, (PRI), también presidente del Congreso de la Unión. 

Durante el desarrollo de la sesión, el diputado Juan Guerra Ochoa, (PRD), pidió incorporar su punto de acuerdo para llamar a comparecer al director de PEMEX, Jesús Reyes Heroles, y a la secretaria de Energía, Georgina Kessel, para que expliquen los motivos por los que no se ha integrado el nuevo Consejo de Administración de la paraestatal, derivado de la reforma energética, que originó un debate verbal entre legisladores. 

El presidente César Duarte puso a votación si se discutía o no para su aprobación el tema de la comparecencia, lo que originó el malestar de los legisladores de Acción Nacional, quienes cuestionaron la discusión del tópico y solicitaron esperar hasta la próxima semana, cuando se tenga un dictamen y en virtud a que el asunto no se encontraba en la lista de asuntos de la orden del día. Finalmente, abandonaron la reunión cuando la votación fue favorable a la comparecencia. 

Eran conocidas como conspiraciones de chocolate y café, las reuniones que a manera de tertulias, se organizaban en la casa del Corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez. Su esposa, Doña Josefa Ortiz, una dama regordeta, de quien se dice que no sabía escribir pero sí leer, era matrona de ojos vivaces, muy conservadora en algunas cosas, madre de 14 hijos que no permitía que sus hijas fueran a bailes o al teatro y cuidaba de que Ignacio Allende, recién viudo, o sus subalternos, coquetearan con ellas. 

En esas tertulias se gozaba de las lecturas favoritas de Miguel Hidalgo: Las obras de teatro de Moliere y Racine; los escritos de Voltaire, Diderot y Rousseau. Algunas ocasiones recitaba los versos de El Corán, y ocasionalmente les compartía sus serias reflexiones sobre la existencia de los Reyes Magos, rodeado de los anfitriones, en compañía del abogado Parra, el farmacéutico Estrada, el presbítero Mariano Sánchez, Ignacio Allende, -oficial de los dragones de la Reina-, y el tendero Epigmenio González, entre otros. 

Quien conoció personalmente a Hidalgo, dice que era cargado de espaldas, de color moreno, ojos verdes vivos y la cabeza algo caída sobre el pecho. Fue enviado en enero de 1793 al curato de Colima.

Para combatir el aburrimiento de las tardes, decidió crear un grupo de teatro de aficionados.

Buscando la obra para su puesta en escena, encontró una que le resultaba particularmente grata: "El Tartufo" de Moliere, pero aún no había sido traducida al castellano, por lo que se vio en la necesidad de traducirla. Además del francés, Hidalgo leía y escribía italiano y latín y hablaba otomí, náhuatl y tarasco. Durante los ensayos, Hidalgo conoce a Josefa Quintana Castañón, -como primera actriz en la obra-, con la que posteriormente habría de procrear 2 hijos, como su segunda mujer. 

La primera mujer de Miguel Hidalgo fue la joven Manuela Ramos Pichardo, con quien tuvo dos hijos nacidos en Valladolid (hoy Morelia), probablemente por los años 1780: Agustina y Lino Mariano Hidalgo Costilla y Ramos Pichardo. Agustina se casó con el guerrillero insurgente, el coronel Encarnación Ortiz, apodado “El Pachón”, no tuvo descendencia. La tercera mujer de Hidalgo fue Bibiana Lucero, quién le dio un hijo varón nacido en Guanajuato en 1789, Joaquín Hidalgo y Costilla, que murió en México a la edad de 94 años. Todavía, en la actualidad, existe descendencia del Padre de la Patria. 

Prosiguiendo. La tarde del 13 de septiembre de 1810, Doña Josefa Ortiz de Domínguez se encontraba encerrada en una de las recámaras de su casa.

Algo grave había sucedido: la conspiración había sido descubierta. Doña Josefa mandó una señal de peligro, previamente acordada, a Ignacio Pérez, alcaide de la cárcel de Querétaro, quien la transmitió a los conspiradores en Dolores, Guanajuato.

Una vez apresada, Josefa Ortiz fue recluida en varios conventos, sobreviviendo al proceso de independencia en 1821.

Al ascenso del imperio de Agustín de Iturbide, fue nombrada dama de honor de la Emperatriz Ana, cargo que se negó a aceptar, así como las recompensas y honores como la madre de la independencia. 

Mientras tanto, en Dolores, Guanajuato, la noche del 15 de septiembre se reunían en casa de Hidalgo, Aldama, Allende (De quien se refería a Miguel Hidalgo como: "el cabrón del cura"), Mariano Hidalgo -hermano del cura-, José Santos Villa, el padre Balleza, otros hombres armados y sus sirvientes, quien luego de un largo análisis y con una taza de chocolate de por medio, les dijo: “… Caballeros somos perdidos, aquí no hay más remedio que ir a coger gachupines …” en silencio, asintieron.

Luego de hacer planes, la madrugada del 16 de septiembre de 1810, se dirigieron a la cárcel de Dolores, para dar libertad a unos 80 presos, a quienes Miguel Hidalgó los armó con lanzas.

Luego, el pequeño contingente se dirigó al atrio del templo. Hidalgo le ordenó a su sacristán, conocido como El Cojo" o "El Zurdo" Galván, que repicara las campanas.

Al congregarse la gente, Hidalgo les dijo "... ¡¡¡Nos levantamos en armas, para quitarles el mando a los gachupines, que se han entregado a los franceses, y quieren que nosotros los americanos, corramos la misma suerte, lo cual no consentiremos jamas !!!..." y prosiguió diciendoles: "... Debemos salvar nuestra santa religión de los impíos, acabar también con los privilegios de los gachupines, que tanto daño nos han hecho. Mírense las caras hambrientas, los harapos, la triste condición en la que viven, porque nosotros, somos los verdaderos dueños de estas tierras. ¡¡¡Viva la independencia!!!, ¡¡¡Viva la América!!!, ¡¡¡Muera el mal gobierno!!!, ¡¡¡Mueran los gachupines!!! ... ".

El pueblo gritó de alegría. Se burlaba de los españoles y su forma de hablar. Por la mañana del 16, eran más de 800 hombres. Así, con la revolución armada, y de la cual, casi de manera paralela inició también la revolución ideológica, comenzó la independencia.

Los españoles y realistas invocaron a la Vírgen de los Remedios como su protectora y los insurgentes abrazaron a la Guadalupana.

El Santo Oficio, por conducto de la Inquisición, comenzaba a perder su prestigio, pues se empeñó en declarar como herejía el sentimiento más profundamente arraigado en los hombres, que es el de la felicidad a través de su libertad.

En el ambiente del pueblo, se sentía el porqué España exige su derecho de libertad de Francia, mientras que reclamaba seguir con el yugo hacia los americanos. Así concebía el pueblo su indepedencia. 

En Querétaro, la noche del 15 de septiembre, era apresado Epigmenio González, quien tenía una tienda de abarrotes en la Plaza de San Francisco de Querétaro y en la trastienda se dedicaba a fabricar astas para las lanzas, y ayudado por unos coheteros, ya habían manufacturado unos 2,000 cartuchos. Fue enviado a una prisión de Acapulco y de ahí deportado a Manila en Filipinas.

A la consumación de la independencia en 1821, los españoles no reconocieron la nueva República y fue hasta 1836 cuando Epigmenio González fue liberado y volvió a México. Se acercó al nuevo gobierno: “ … Soy Epigmenio González, uno de los padres de la patria, el primer armero de la revolución …”, les dijo, a lo que obtuvo como respuesta: “… No, ¿cómo va a ser? La lista oficial es Hidalgo, Allende, Morelos, Aldama … Para ser padre de la Patria hay que morir de manera gloriosa y estar en la lista oficial. Usted no está en la lista …”.

Así, bajo la ignorancia de un infeliz burócrata, el primer armero de la independencia terminó su vida como velador de un museo en Guadalajara, donde murió el 19 de junio de 1858. 

Un asunto no siempre tiene que estar en la lista para ser aprobado.

sábado, 9 de mayo de 2009

¿Qué no estas cabal?


En su primera sesión, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó –de urgente y obvia resolución-, un par de proposiciones que exhortan al presidente Felipe Calderón, a remitir notas diplomáticas a los gobiernos que han discriminado mexicanos, sin sustento científico, con motivo de la presencia de la influenza en nuestro país.

En tanto que la Secretaría de Salud federal lanzó una alerta sanitaria a todas las Entidades Federativas, sus gobernadores pusieron manos a la obra en acciones preventivas y evitar la propagación de la enfermedad.

Todos menos Jalisco. Mientras el Distrito Federal decretaba el cese de algunas actividades económicas y el gobierno federal suspendía clases en todo el país, en Jalisco el gobernador Emilio González Márquez (PAN), afirmaba categórico, que “no hay influenza”. 

Mientras los gobiernos de los estados y el federal, invertían recursos públicos en hacer compras supervinientes de cubrebocas y desinfectantes, en Jalisco, el gobernador González Márquez alegre festejaba otro donativo de 15 millones de pesos, a una red de ayuda de la religión de su preferencia, la católica, por supuesto.

Peor aún, afirmó que no hay dinero público para que funcione el laboratorio Estatal de salud pública, teniendo que enviar muestras de probables contagios, al Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (INDRE) en el Distrito Federal. 

Aún más. Cuando se esta haciendo un esfuerzo en el país por volver a la normalidad, en Jalisco sus autoridades apenas esta semana comenzaron a tomar las medidas que en el resto de los Estados las hicieron en un principio, de ahí entonces la inconformidad social, por la irresponsabilidad y minimización de la emergencia de la autoridad local.

González Márquez no puede argumentar desconocimiento: estuvo en Los Pinos para reunirse con sus homólogos, el secretario de Salud y el presidente Calderón, para conocer los avances y medidas en la lucha contra la enfermedad. 

De ahí entonces que hasta el presidente Calderón y el secretario de Salud federal, hayan intervenido para dar una llamada de atención pública al gobernador jalisciense, por su conducta parsimoniosa y villamelona ante la emergencia, por la falta de credibilidad con la ciudadanía y en la que Miguel Ángel Lezama, Director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades de la secretaría de Salud federal, afirmó que las autoridades jaliscienses ocultaron información.

Entre las medidas adoptadas por las autoridades se halla la suspensión de actividades educativas y de concentración humana hasta el 18 de mayo, cuando en el resto del país se incorporarán el 11; y apenas instruye a la Secretaría de Salud de Jalisco para que concreten el equipamiento de un laboratorio propio, entre otras medidas tardías. Hubo una serie de medidas para salvar a la República.

Se trata de las Leyes de Reforma que en este año cumplen 150 años de su expedición, como la indudable acta de nacimiento del Estado moderno en México, promulgadas en plena guerra de los tres años o de reforma.

Estas leyes en su conjunto, pretendían consolidar al Estado Mexicano, que a lo largo de su vida independiente, había sufrido la intervención de la Iglesia en los asuntos meramente políticos y que patrocinando financieramente a los enemigos del gobierno, había logrado desactivar todos los intentos de someterla a la autoridad civil. 

El 7 de julio de 1859 en Veracruz, por medio de un manifiesto a la nación, el presidente Benito Juárez anunció la expedición de las leyes de Reforma y los motivos de ellas. Estas disposiciones promulgadas en julio de 1859 se sumaron a las expedidas entre 1855 y 1857 dando un total de siete ordenamientos.

La estrategia de los reformadores fue disminuir el poder de la iglesia, nacionalizando sus propiedades y retirarle al clero de aquellas atribuciones y facultades que debían de ser desempeñadas por el Estado, creando el Registro Civil, instituyendo el matrimonio civil y tomando la administración de Cementerios, entre otros. 

El 12 de julio de 1859 se promulgó la Ley de nacionalización de los bienes eclesiásticos; el 23, la Ley del matrimonio civil; el 28 la Ley orgánica del Registro Civil y la Ley sobre el estado civil de las personas; el 31, el decreto que cesaba toda intervención del clero en cementerios y camposantos.

El 11 de agosto se reglamentaron los días festivos y se prohibió la asistencia oficial a las funciones de la Iglesia. Un año más tarde, el 4 de diciembre de 1860, se expidió la Ley sobre libertad de cultos. Este conjunto de leyes fueron el inicio de una nueva era en la política, la economía y la cultura, con el presidente Benito Juárez, al frente. 

Entre sus autores intelectuales se hallaba, Guillermo Prieto, quien salvó al presidente Benito Juárez en 1858 de ser fusilado en palacio de gobierno en Guadalajara, dirigiéndose a la guarnición militar con un “…¡levanten esas armas! ¡Los valientes no asesinan!...”; Miguel Lerdo de Tejada, coautor de estas leyes, quien en 1853 bajo la presidencia del aficionado a los gallos, Antonio López de Santa Anna, lanzó la convocatoria del Himno Nacional Mexicano, interpretado por primera vez el 15 de septiembre de 1854 por Enriqueta Sotang en el entonces Teatro Nacional, y cuyos autores –Jaime Nunó Roca y Francisco González Bocanegra-, al no recibir el premio a la convocatoria, se dice que vendieron los derechos del Himno a una casa musical norteamericana, hasta que en 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho los expropió mediante decreto, pero entre las leyendas, se señala que cada vez que se interpreta el Himno en el extranjero, se deben pagar regalías a los titulares de los derechos: la Wagner & Lieven en Estados Unidos; y, Valentín Gómez Farías, ilustre jalisciense, galeno egresado de la Universidad de Guadalajara, presidente de la Mesa de Debates el 5 de febrero de 1857, al aprobar la Constitución de ese año, desconocida por los conservadores y por Maximiliano de Habsburgo, y cuya emperatriz –Carlota- entre sus excentricidades, gustaba de escuchar la canción de “La Paloma” interpretada por un chinaco –un combatiente de la independencia- que cortejaba a una de sus sirvientas en el Castillo de Chapultepec. 

En sesión del 15 de diciembre de 1861, el Congreso de la Unión otorgó facultades extraordinarias al presidente Benito Juárez, para hacer frente a la Segunda Intervención Francesa.

En esa ocasión Vicente Rivapalacio, presidente de la II Legislatura del Congreso, se dirigió al Primer Magistrado de la Nación diciéndole “…La historia enseña que todas las naciones, para llegar a la reforma y a la verdadera civilización, han tenido que pasar por pruebas terribles y por dolorosos sacrificios, y muchas veces los pueblos más poderosos debieron tocar el borde del abismo y, sin embargo, pudieron salvarse por la fe y la unión entre sus hijos…”. 

Definitivamente, el gobernador González Márques no es “juarista”, como él mismo se autodenominó, luego de las más de 6,000 quejas ante la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco con motivo de la macrolimosna en abril de 2008.

Una conducta responsable obedece a dejar a un lado vicios, para consagrarse en su caso, al servicio público.

sábado, 2 de mayo de 2009

La epidemia


A una semana de concluir el Segundo Periodo de Sesiones Ordinarias del Congreso, se hizo presente en México el virus H1N1 de influenza humana, -antes porcina-, que obligó a las autoridades de ambas Cámaras a establecer estrictos controles para el acceso a sus recintos parlamentarios. 

En Cámara Baja, se fumigó el interior del salón de sesiones y se minimizó la cantidad de personal, a lo estrictamente necesario. En Cámara de Senadores, se restringió el acceso a la Casona de Xicoténcatl, a legisladores, cuerpo técnico parlamentario y algunos colaboradores, en una extraña combinación de saco y corbata con cubre bocas, y aseo de manos con un desinfectante especial. 

Todos los servicios de salud abrirán sus puertas a quien presente cuadros sintomáticos de la enfermedad, sean o no derechohabientes, ya sea del IMSS o del ISSSTE. 

En una guerra de cifras entre el Gobierno Federal y el del Distrito Federal, señalaban el domingo que había 1,103 hospitalizados y 103 muertos, en el D.F. Estado de México y San Luis Potosí. El viernes siguiente, informaban de 15 fallecidos y 343 contagiados. 

Desde la semana pasada, hubo muestras de preocupación. Se suspendieron clases en todos los niveles escolares; se suspendieron más de 1,000 eventos públicos el fin de semana.

Por primera vez después de 181 años de vida, se canceló la Feria de San Marcos en Aguascalientes. El Gobierno Federal cerrará sus oficinas en todo el país, del 1 al 5 de mayo. En Puebla, se canceló el desfile cívico militar con motivo del triunfo en la Batalla de esa ciudad en 1862. 

En Catedral Metropolitana de la ciudad de México fue sacado en procesión, el Cristo de la Salud, con el mismo rito que se hizo por última vez hace más de 300 años, -en 1691-, cuando una epidemia de viruela negra azotó a la Ciudad.

Se dice que esta imagen sólo ha salido tres veces de la Catedral, y sólo se saca a procesión cuando existe una aflicción grande en la Ciudad que amenaza con acabar con muchas vidas. 

Por iniciativa del presidente Felipe Calderón, los ex secretarios de Salud Juan Ramón de la Fuente, Jesús Kumate y Guillermo Soberón, en las administraciones priístas de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, respectivamente, le manifestaron su disposición de mantenerse cerca para asesorarlo y darle recomendaciones en la atención de la epidemia de la influenza humana.

El también ex Rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, pidió al presidente Calderón ordenar las cifras, porque hay una cierta confusión con las que se han venido dando. 

Se extrañó la presencia y asesoría de Julio Frenk Mora, secretario de Salud en el sexenio de Vicente Fox, quien fue por cierto, candidato a dirigir la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

En las conferencias de prensa que se han ofrecido, el Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, no escatimó en el uso de los recursos públicos presupuestados para detener la enfermedad. 

Países como Perú, Argentina y Cuba suspendieron vuelos cuyo orígen y destino era México. China, mantuvo aislados a mexicanos, -a pesar de que gozaban de cabal salud-, en un hotel de Pekín en ese país asiático, lo que obligó la protesta diplomática del embajador de México en China, Jorge Guajardo, por discriminación. México envió un vuelo especial de Aeroméxico, que se desplazó a Asia para "rescatar" 138 mexicanos en Shangai, Pekín, Goanjzhou y Hong Kong, en una travesía de 59 horas con 45 minutos, alrededor del mundo.

Qué lastima que un pueblo y cultura tan honorables, tengan un gobierno tan poco sensible y deplorable. Los repatriados fueron recibidos por la Primera Dama, Margarita Zavala, en el Aeropuerto Internacional "Benito Juárez" de la ciudad de México. 

Además, en un mensaje a la nación, el presidente Felipe Calderón manifestó el rechazo del pueblo de México, a las medidas vejatorias emprendidas por varios países en contra de los mexicanos, en contraste, con las justificaciones de la embajada china en México, pidiendo la comprensión de los mexicanos.

Durante los trabajos de la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados, el gobierno de la República Popular China por conducto de su embajador en nuestro país, envió un comunicado al Congreso Mexicano, en el que ese gobierno anunciaba la ruptura de relaciones diplomáticas con México, si el Poder Legislativo Mexicano recibía de manera oficial, al Dalai Lama, líder del pueblo tibetano, -en el exilio-, cuyo único delito es reclamar su independencia de China.


El Congreso Mexicano respondió en similares términos a la actitud china, indicándo que se trataba de una decisión de un órgano soberano del pueblo mexicano; así las cosas, fue recibido el líder religioso tibetano en el Congreso.

En ese entonces, el gobierno de Vicente Fox recomendó a las autoridades mexicanas no recibir al Dalai Lama con otro carácter distinto al religioso. 

En este sexenio, según Marco Antonio Karam, -Presidente de la Casa Tíbet de México-, y Tito Vasconcelos, coordinadores de la visita del Dalai Lama a México programada para septiembre de 2008, llegaron el 5 de agosto del año pasado, a la residencia Oficial de Los Pinos, invitados por César Nava, entonces secretario Particular del presidente Calderón, quien les informó que "...Me da mucha pena comunicarles que el presidente Felipe Calderón no recibirá al Dalai Lama. Hay muchos asuntos de Estado importantes con China y el gobierno de este país le pidió al presidente que no lo reciba… Son demasiadas las presiones y el presidente ha tomado esta decisión. ...".

Qué lastima. Bien podríamos comenzar una campaña ciudadana para boicotear los productos chinos, de tan pésima calidad y que cuya competencia desleal, menguan el trabajo y la economía formal mexicana. Continuando la columna. Antes de la llegada de los españoles a la Gran Tenochtitlan, se manejaban ocho presagios, sobre su llegada.

Resalta, por ser materia de la cultura popular mexicana, el sexto presagio, en el que se dice que muchas veces se oía a una mujer llorando; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos, diciendo: -¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces decía: -Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré?. Desde luego, se trata de La Llorona. 

Una vez llegados los españoles a Tenochtitlan en 1521, para hacerse entender Cortés con Moctezuma y los indígenas, Jerónimo de Aguilar traducía, -del castellano al dialecto maya-, a la Malintzin, (Malinche, popularmente conocida), y ella a su vez traducía, -del dialecto maya a náhuatl-, los diálogos entre ellos. Los indígenas quedaron maravillados al ver a esos hombres barbados, con pelos color del sol, montados en bestias, cubiertos de metal y con fuego en las manos.

Por su parte, los españoles quedaron admirados de la grandeza y organización de la Gran Tenochtitlan, comparándola incluso, con Constantinopla, según algunos de los soldados de la entonces invencible armada española que estuvieron allí. 

Ya en la convivencia entre españoles e indígenas, los mexicas, -para minar las fuerzas españolas-, ofrecían a los conquistadores, leche con sandía, provocándoles abundantes diarreas, método conocido como la venganza de Moctezuma. 

Después de la matanza del Templo Mayor, los españoles son descubiertos en su huida. Se dice que en las prisas, arrojaron parte del tesoro de Moctezuma, que fue encontrado en las proximidades de la Alameda Central, a principios de 1970.

Luego, Cortés y sus huestes son derrotados en la batalla de la noche triste. Los españoles se reorganizan con los tlaxcaltecas para el ataque final, pero el primer presagio funesto se hizo sentir bien pronto entre los mexicas.

Se extendió entre la población una gran peste, -se dice que de viruela-, enfermedad desconocida hasta entonces por los mesoamericanos.

Una de las víctimas de este mal iba a ser precisamente Cuitláhuac. Fue entonces cuando reaparecieron los españoles por el rumbo de Texcoco, cuando comenzaron a atacar con los cañones desde sus bergantines.

Los mexicas colocaron debajo del agua polines de madera para contener su entrada. Además, cuando capturaban algún conquistador, lo ofrecían en sacrificio ante la mirada atónita de los españoles, para atemorizarlos. 

Un oficial mexica dijo: “…Mexicanos, al grito de guerra…”, que fue tomado como la primera estrofa del himno nacional, 300 años más tarde. 

Como en otras ocasiones, vamos a vencer.