Citas memorables de la historia de México

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martes, 30 de noviembre de 2010

El PAN cumple 10 años en el poder

El Partido Acción Nacional (PAN) celebró el pasado fin de semana, 10 años en el ejercicio del poder, y que coincidió en el festejo por el cuarto año de administración del presidente Felipe Calderón.

En el evento denominado "Encuentro Ciudadano con motivo del 4º Año de Gobierno", el presidente Calderón se autoelogió por 10 cambios presuntamente alcanzados en lo que va de su gestión; se destacó la ausencia del expresidente Vicente Fox, quien desde Guanajuato defendió el decenio de su partido en el poder y afirmó que “sólo los ciegos o los necios no quieren ver o sólo la oposición que busca de llevar agua a su molino”. El mismo exmandatario promueve una estadística comparada de las administraciones priístas y panistas, en http://www.centrofox.org.mx/extrapages/pdf/comparativo-gobiernos-PRI-PAN.pdf

Otras ausencias fueron la del todavía gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat, así como los cinco candidatos a la dirigencia nacional panista, Judith Díaz, Roberto Gil, Gustavo Madero, Francisco Ramírez Acuña y Cecilia Romero. 

Sin embargo, hoy por hoy la crisis en ese partido se circunscribe a la lucha de intereses entre 2 facciones: La primera, en conservar los valores políticos de un partido cuya membresía todavía cree en recuperar valores y prácticas democráticos legados por los fundadores y grandes personajes del PAN; y la segunda facción, en elevar dogmas de fe a rango de política pública, e incluso, constitucional, a través de la modificación de políticas públicas en materia de salud, educación y comunicación social.

Todas estas estrategias son discretas pero de un gran impacto. No estamos hablando del siglo XIX. Me refiero a unas maniobras de no más de 10 años de insistencia.

Como ejemplos de la segunda: En este momento procesal está por alcanzarse, si no es que ya se logró, que más de 16 legislaturas locales hayan aprobado la penalización del aborto desde su concepción, -cualquiera que haya sido el método de concepción-, lo que significa que tendrá que ser elevado a rango constitucional; la eliminación de la materia de historia en libros de texto, sin omitir que por todos los medios han tratado de incorporar la objeción de conciencia en materia de salud, para evitar la prestación del servicio médico, argumentando motivos religiosos; una más, el interés y propuesta para que José Antonio Ortega Sánchez, -quien es abogado del cardenal tapatío Juan Sandoval Íñiguez y cercano a Jorge Serrano Limón, presidente de Pro Vida-, se integre al Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Con ese mismo impacto, se le dirigió con un carácter de guerra santa a los primeros intentos de la independencia, entre realistas e insurgentes: Es sabido que Hidalgo adoptó un estandarte de la Virgen de Guadalupe y sus tropas habían fijado su imagen en palos, carrizos y sus sombreros.

"... el cura es un santo... la Virgen le habla varias veces al día..." se oía entre la tropa, por lo que muy probablemente de aquí salga el refrán popular: "...Te haces que la Virgen te habla...".

En contraste, los realistas encomendados a la española Virgen de Los Remedios, y bendecidos para la campaña por el alto clero de la Nueva España, le habían declarado la guerra a la guadalupana: Cuando los realistas encontraban una imagen de la Virgen morena en algún templo, era sujeta a juicio sumario y fusilada, lo mismo hacían los insurgentes con la de Los Remedios.

Como las estrategias arriba citadas, de igual manera pasó desapercibido en las pasadas fiestas bicentenarias, Epigmenio González, capturado por los realistas en la noche del 15 de septiembre de 1810 y enviado a Filipinas, volviendo a México en 1836 y al responder su identidad al nuevo gobierno, afirmo “… Soy Epigmenio González, uno de los padres de la patria, el primer armero de la revolución…”, a lo que obtuvo como respuesta: “… No, ¿cómo va a ser? La lista oficial es Hidalgo, Allende, Morelos, Aldama… Para ser padre de la Patria hay que morir de manera gloriosa y estar en la lista oficial. Usted no está en la lista…”.

Y así bajo la ignorancia de un infeliz burócrata, González terminó su vida como velador de un museo en Guadalajara, donde murió el 19 de junio de 1858.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La ciudadanía se defiende







Al cuarto año de gobierno del presidente Felipe Calderón, se han contabilizado alrededor de 32,000 muertes en la terrible y mal llamada guerra en contra del narcotráfico. Faltarían de contabilizar los afectados, directos o indirectos, que se calcula en 3 por cada fallecido, lo que daría un total de 96,000 afectados.

Por ejemplo, los deudos de la balacera entre militares y narcos, en el que murieron estudiantes del Tecnológico de Monterrey; los padres de los menores Martin y Bryan Almanza Salazar fallecidos en un enfrentamiento entre soldados y narcotraficantes en Tamaulipas; y el asesinato de 12 adolescentes y 2 adultos que acudían a un festejo estudiantil en Ciudad Juárez, Chih. en el que cuando el Primer Mandatario junto con el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, acudieron a ofrecer sus condolencias, la madre de uno de los jóvenes les recriminó en público su compromiso para solucionar el caso.

Se dice que es mal llamada guerra, dado a la información inexacta en el que se suman el uso inapropiado del lenguaje, la semántica, su interpretación literal, así como el mensaje para difundir la idea de un estado de guerra, que parece que el Estado mexicano no puede con ella.
En pocos casos, la ciudadanía ha optado por auto defenderse, ante la incapacidad del monopolio que ejerce el Estado en materia de seguridad, como el caso de Don Alejo Garza Taméz, un hombre de 77 años que el pasado fin de semana, se negó a entregar su propiedad, matando a 4 sicarios e hiriendo a otros 2 más.

A las horas, los marinos que exploraron el rancho reconstruyeron los hechos y llegaron a la conclusión que un sólo hombre se atrincheró en su propiedad con las armas de su deporte favorito, en el que murió defendiendo la obra de su vida, -su casa y su compañía maderera-, peleando como uno de los mejores soldados de la República: con dignidad, honor y valentía, demostrándole al Estado lo que no ha podido hacer.

Cuando el pueblo se enoja, cualquier forma de ayudar es buena, o bien, toma las armas contra la impotencia. Un ejemplo para la posteridad: Recién comenzada la guerra de independencia en 1810, un joven se unió a las filas insurgentes: Antonio Portillo, quien se desempeñó como uno de los ayudantes de Miguel Hidalgo, combatiendo y peleando por la causa insurgente, hasta el fusilamiento de Hidalgo, regresando a Guanajuato, su tierra natal.

Con los años, en julio de 1863, el presidente Benito Juárez conoció al señor Portillo, -ahora un viejo de más de 80 años- quien era el vigilante de la casa del Padre de la Patria, en Dolores Hidalgo.

Portillo le pidió un fusil y combatir -como lo hizo al lado de Hidalgo-, ahora en contra de los franceses, quienes habían invadido la República, encontrándose en Puebla, sitiada y vencida en ese año.

Juárez, al ver el noble gesto del anciano, se dirigió a él diciéndole: “…Don Antonio, muchas gracias por sus servicios prestados a la patria, pero ahora, nos toca a nosotros defender el legado que usted junto con el Padre Hidalgo nos dejó…”. Posteriormente, le ratificó su nombramiento de vigilante de la casa de Hidalgo y lo hizo capitán del Ejército Republicano.

En el sitio de Cuautla, el ejército insurgente de Morelos quien estaba necesitado de obligar a los realistas a gastar parque, pedía voluntarios para que se acercaran a las trincheras enemigas y provocaran los disparos de los españoles.

Entre los voluntarios a tan peligrosa misión, estaba una mujer: María Reyes. Una insurgente que se acercaba a las filas de los gachupines, se levantaba las enaguas mostrándoles las nalgas a los realistas y provocando sus disparos. Seguramente esta mujer salió ilesa, ya que con el tiempo, fue juzgada por la Inquisición y encarcelada durante cinco años por tan osados actos.

Uno más reciente. Para las fiestas del centenario independiente, -en 1910-, Porfirio Díaz no pudo tañer la campana de Dolores colocada desde 1896 en Palacio Nacional, ya que partidarios de Francisco I. Madero, -quien había perdido las elecciones de junio de ese año-, le habían colocado trapos al badajo de la campana.

martes, 16 de noviembre de 2010

Los que ganan y pierden en el presupuesto

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio fiscal 2011, las dependencias que tendrán recortes serán la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), la Cámara de Diputados, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Presidencia de la República, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Procuraduría General de la República (PGR), principalmente.

Por otra parte, las dependencias que quedan sin cambio respecto a la propuesta original del Ejecutivo federal son la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) con 50,039’456, 571 pesos, y la Secretaría de Marina (SEMAR) con 18,270’177,440 pesos.

Pero mire usted, cuando la Presidencia de la República había proyectado un total de 1,816’317,472 pesos para el 2011, el presidente Felipe Calderón se subió el sueldo para que en lo sucesivo gane 198,000 pesos mensuales, en vez de los miserables 160,000 pesos que de manera mensual todavía se le pagan, según el diputado Mario Di Costanzo del Partido del Trabajo (PT), anunciado en su cuenta @MarioDiCostanzo en la red social twitter.

Recordemos que los gastos del Ejecutivo Federal como alimentación, hospedaje, seguridad, transportación, vestimenta, pago del personal a su cargo y manutención de la Residencia Oficial Los Pinos, entre otros, son erogados por la Presidencia, así que en teoría su sueldo le queda íntegro, y claro, cuando concluya su gestión y en retribución a los grandes e inconmensurables servicios prestados al país, será pensionado con un monto igual al de un Secretario de Estado y con una escolta de guardias del Estado Mayor Presidencial, para que la ciudadanía no se preocupe por su seguridad.

Desde mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, era muy común encontrar solicitudes de particulares dirigidas al Congreso de la Unión, en las que pedían una pensión económica por servicios prestados a la República, a través de sus cuerpos de ejército, ya sea durante la guerra de Reforma, ya sea durante la guerra de Intervención.

Es sabido también, que Maximiliano de Habsburgo devengaba un sueldo de 1’200,000 pesos anuales y para la emperatriz Carlota 200 mil pesos anuales; en contraste, el presidente Benito Juárez publicó una disposición por la que se rebajaba el sueldo de 36 mil a 30 mil pesos.

A su muerte, Benito Juárez fue galardonado con el título de Benemérito de la Patria en grado heroico, en sesión del Congreso del 18 de abril de 1873. En esa misma sesión, se aprobó el pago de una pensión de 3,000 pesos anuales, a cada una de las hijas de Juárez –Doña Soledad, Doña Josefa y Doña Jesús- así como al menor Benito Juárez Maza, mientras concluyera su carrera o cumpliera 25 años de edad. Mismo derecho se otorgó a cualquiera de los siete hijos legítimos de Juárez que llegare a la pobreza.

El 27 de agosto de 1861 murió en su tierra natal, San Juan de los Lagos, Jalisco, doña Rita Pérez de Moreno, rechazando una pensión que le ofreció el gobierno federal y quien ofrendó a su esposo, el insurgente Pedro Moreno y a sus tres hijos, a la causa de la independencia.

Y sobre el pago de pensiones vitalicias, el 3 de noviembre de 1953 el Congreso de la Unión aprobó el pago de una pensión de 15 pesos diarios, a Agripina Hidalgo, por el sólo hecho de ser descendiente de Miguel Hidalgo y Costilla, quien llevaba 142 años de haber sido fusilado.

El 9 de enero de 1934 se publica en el Diario Oficial de la Federación, el decreto del presidente Abelardo L. Rodríguez, por el que quedan extinguidas las pensiones que disfrutaban, con cargo al erario público, los sucesores en décimo cuarta generación y la familia española de los condes de Miravalle, ambas familias descendientes del Emperador Moctezuma II, cuya erogación fue implementada desde tiempos de la colonia española y respetada en 1821, cuando el recién independizado y naciente Estado mexicano asumió el compromiso de mantener las “pensiones de Moctezuma”.

Por cierto, se sabe que la familia de los condes de Miravalle, han solicitado la devolución de las pensiones citadas, sin éxito alguno.

martes, 9 de noviembre de 2010

No sólo Fox no actuó a tiempo

En el programa Hardtalk que conduce Sthephen Sackur de la British Broadcasting Corporation (BBC), el Presidente Felipe Calderón dijo que “Estamos viviendo en un país que nunca puso un freno a la corrupción en las instituciones públicas, pero ahora estamos haciendo justo eso y probablemente estamos pagando el precio por ello, pero preferimos tener un Gobierno justo, limpio y honesto en lugar de permitir a los criminales asumir el gobierno de México”.

Precisó en esa entrevista, que su antecesor Vicente Fox, “cometió muchas equivocaciones” durante su Gobierno, como “no actuar a tiempo” contra el narcotráfico. Si hace 10 años se hubiera luchado contra ese problema la situación sería “completamente diferente”.

Quizás estos sean los peores momentos del México contemporáneo que nos ha tocado vivir: inseguridad, narcotráfico, falta de empleo y un gobierno federal emanado de un partido político que no defiende causas populares o nacionales de sus gobernados y que, por el contrario, enaltece los valores políticos de su verdadera esencia, como en Jalisco y Guanajuato.

Atrás quedó la década de 1960 a 1970, cuando nuestro país parecía ser una potencia en surgimiento: la tasa de crecimiento del PIB fue de 7.1%, con una inflación de poco menos de 2.5% en promedio durante esa década, la deuda externa era de apenas 4,000 millones de dólares y la política exterior mexicana nos prestigiaba, al tiempo que la educación pública constituía el soporte de una movilidad social ascendente.

México perdió la guerra hace más de 40 años, cuando lo mismo, el gobierno que la sociedad, cerraron los ojos frente a lo que ocurría en materia de siembra y trasiego de drogas.

No actuó el gobierno federal de su momento a tiempo, cuando de 1982 a 1994, en los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, su clase gobernante privilegió todas las variables macroeconómicas excepto una: el crecimiento económico. Estas omisiones fueron sembrando cientos de miles de jóvenes, que hoy han crecido sin alternativas: algunos emigraron a Estados Unidos, otros incursionaron en el comercio informal.

Este comercio informal es la primera aproximación de la juventud al crimen organizado, en otros casos, se integraron a pandillas que les dieron identidad y un sentido de pertenencia.

Pero muy seguramente y a lo largo de su historia, México no ha actuado a tiempo en muchas ocasiones: Sobre la conquista, el sitio de México, según las historias, pinturas y relaciones, duró ochenta días. Murieron más de 30,000 indígenas apoyando a la invencible Armada Española; de los mexicanos murieron más de 240,000, y entre ellos casi toda la nobleza mexicana, pues apenas quedaron algunos señores y caballeros, y los más, niños pequeños. 

Los indígenas huyeron y los españoles se apoderaron del botín de guerra, como “puercos”. Buscan oro. Nada les importan los jades, las plumas de quetzal y las turquesas. Las mujeres lo llevan en sus faldas y los hombres en la boca o en el maxtle. También buscan a las mujeres, las blancas, las de piel trigueña, las de trigueño cuerpo. 

Cuauhtémoc, señor de Tenochtitlan, fue llevado como prisionero a Coyoacán junto con otros 4 señores de la realeza indígena. Les quemaron los pies y se les preguntó acerca del oro en forma de 8 barras, que se había perdido en el canal de los Toltecas, cuando los españoles huyeron por la Calzada de Tacuba, perseguidos por los mexicas. De las 8 barras sólo aparecieron 4. 

Los españoles destruyeron códices con sabiduría antigua, manuscritos de sus rituales y sobre las ruinas de los templos indígenas construyeron, -en la mayoría de los casos-, iglesias católicas. A cambio, recibimos la maldición de la malinche. 

En ceremonias multitudinarias, los indios fueron convertidos al catolicismo y vieron con sorpresa cómo sus dioses fueron vencidos por los santos de la iglesia. La religión no se enseñaba ni se les persuadía de su origen divino con pruebas o raciocinios y todo el fundamento de su fe era la palabra de los misioneros y los mosquetones de los conquistadores. 

Probablemente de aquí sea el origen de las dificultades de México: Los vicios traídos por los conquistadores y la idiosincrasia del mexicano, hicieron una mezcla muy sui géneris.