Han sido varios los temas de seguridad y
derechos humanos que han puesto al estado mexicano, en una crisis que ha
trascendido fronteras.
En el primero de ellos se presentó en la
noche del 30 de junio de 2014, en el que un testigo sobreviviente afirma que 22
personas fueron ejecutadas por un oficial y siete soldados del 102 batallón de
infantería de la 22ª. Zona militar del Estado de México, en una bodega del
municipio de Tlatlaya, muy cercano a la zona denominada de tierra caliente aun
cuando se habían rendido frente a los militares.
Luego vino la desaparición de los 43 estudiantes
de la escuela normal rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa en Guerrero, que aún
se encuentran en calidad de no localizados, en el que el presidente municipal
de Iguala en Guerrero se encuentra junto con su esposa en la cárcel, y recientemente
el subdirector de seguridad pública de ese municipio fue arrestado en Michoacán.
Este tema estuvo circulando
constantemente en redes sociales e incluso, le dio la vuelta al mundo cuando
los padres de los 43 muchachos acudieron a organismos internacionales en
diversas partes del mundo, en búsqueda de justicia para sus hijos y reprimenda
para el estado mexicano.
Tan vigente se mantuvo este tema, que
vinieron a nuestro país comisiones legislativas de países de la Unión Europea,
de Naciones Unidas y de organizaciones internacionales no gubernamentales de
derechos humanos, que buscaban sujetar al estado mexicano, al marco jurídico
internacional.
Nuevamente el escrutinio público se
cierne sobre la seguridad mexicana, cuando el fin de semana pasado tuvo lugar
un enfrentamiento en el rancho El Sol del municipio de Ecuandureo, próximo a
Tanhuato en Michoacán, en cuyas imágenes divulgadas en redes sociales, hacen
suponer que se trata nuevamente de una ejecución.
El Comisionado Nacional de Seguridad y el
director de la Policía Federal, Monte Alejandro Rubido y Enrique Galindo
Ceballos, respectivamente, afirman que son 43 las personas fallecidas. 42
personas presuntamente vinculadas con el Cartel Jalisco Nueva Generación y un
policía federal.
Sin embargo las fotografías dan cuenta de
una realidad distinta. Cuerpos con armas sobrepuestas, ausencia de manchas
hemáticas en el piso, descalzos, con poca ropa en algunos casos y en otros en
ropa interior, evidentes fracturas sin haber sido causadas por algún proyectil
de arma de fuego, lesiones abrasivas, con una evolución cadavérica aparente de
por lo menos un día, cubiertos de tierra y ubicados una zona de pasto, entre
otras inconsistencias forenses y periciales, abren la sospecha a la opinión
pública que previamente los cuerpos fueron manipulados.
La situación de las imágenes no dan
cuenta de que los abatidos hayan buscado refugio desde donde disparar a las
fuerzas federales, ya que algunos de los cuerpos se encuentran en zona
despejada. En síntesis, hay una sospechosa relación entre la forma, tiempo y
lugar en que se encuentran los cuerpos y su concordancia con el ambiente que
los rodea.
Dicen estas autoridades que un
helicóptero artillado comenzó a disparar hacia tierra, pero luego entonces esta
versión no contribuye a despejar las dudas con el derribamiento del helicóptero
en Jalisco el pasado 1 de mayo, cuyos ocupantes pudieron haber disparado hacia
sus atacantes causando por lo menos, lesionados en tierra, sin que se hayan
reportado heridos.
De comprobarse la ejecución en Tanhuato,
sería un grave frente de crisis para el gobierno federal, que vería mermado sus
esfuerzos por mostrar que la reforma energética, política, hacendaria, fiscal,
entre otras, comienzan a transformar a nuestro país.
Es tan grave, que el gobierno federal
hace todo lo posible porque no trascienda a instancias internacionales, cuya
gestión de cabildeo en otra ocasión le correspondió a la deplorable política
exterior mexicana, quien en el caso Ayotzinapa descalificó al relator de
Naciones Unidas por haber presentado sus conclusiones de manera acusatoria
contra el estado mexicano, de una manera tan atrevida y osada, pocas veces
vista en la diplomacia mexicana y en su disminuido titular.
Junto con la corrupción, el tema de la
seguridad son los que no domina la actual administración.