Como si fuera una práctica común, el poder político en turno encumbra sin empacho alguno, a empresarios cada sexenio, a cambio de una que otra dádiva por la distinción en los favores, en el que ahora le tocó el turno de ser evidenciada a Oceanografía, excontratista de Petróleos Mexicanos (Pemex) cuyo dueño, Amado Yáñez Osuna tiene vínculos con los hermanos Bribiesca Sahagún (hijos de la esposa del ex Presidente Vicente Fox y Martha Sahagún), así como con el finado Juan Camilo Mouriño, cercano al exPresidente Felipe Calderón, ambas administraciones emanadas del Partido Acción Nacional (PAN).
A manera de dosificiación de información, se sabe que dicha empresa defraudó a Citigroup por varios cientos de millones de dólares; luego que su situación fiscal no está actualizada; después que el IMSS los demandó, y por último, que deben cuotas al INFONAVIT.
Es probable que esta estrategia mediática y de impacto, haya sido diseñada con miras a favorecer a un candidato a la presidencia del PAN, próximo a elegir en ese partido, a efecto de obtener el apoyo político suficiente y necesario, para cabildear algún asunto de impacto para el país. Mire usted: no se ha tocado a los expresidentes Fox y Calderón; cuando el primero es conocido por sus abruptos comunicados y en el caso del segundo, pues parece que prefiere mantenerse en un bajo perfil, junto con su hermana, la senadora Luisa María Calderón, señalada por las autodefensas como partícipe en la organización de Los Templarios en su natal Michoacán.
Es muy probable que hayan adoptado un nuevo estilo de vida, como en Manhattan en la gran manzana, rodeados de lujos, y lejos, muy lejos de la realidad que dejaron con sus ineptitudes de gobierno.
Otro escándalo en la historia. Cuando Maximiliano de Habsburgo llega a México, -el 28 de mayo de 1864-, el presidente Benito Juárez ya no se encontraba en la capital. Algún colaborador cercano le preguntaba: “Señor, ¿deja usted la Presidencia?” y respondió “No, la Presidencia se va conmigo”.
Mientras Maximiliano vivía en la majestuosidad del Castillo de Chapultepec, Juárez lo hacía en la sencillez y junto a la guerrilla mexicana que combatía espontáneamente al invasor; mientras Carlota escuchaba su canción favorita “La Paloma”, acompañada de la señora Pacheco, -su dama de honor-, el Presidente Juárez y Camilo, intercambiaban diálogos en zapoteco o quizás tarareaban alguna “nueva” canción, como “Sandunga”, considerado como el himno de los tehuanos.
A manera de dosificiación de información, se sabe que dicha empresa defraudó a Citigroup por varios cientos de millones de dólares; luego que su situación fiscal no está actualizada; después que el IMSS los demandó, y por último, que deben cuotas al INFONAVIT.
Es probable que esta estrategia mediática y de impacto, haya sido diseñada con miras a favorecer a un candidato a la presidencia del PAN, próximo a elegir en ese partido, a efecto de obtener el apoyo político suficiente y necesario, para cabildear algún asunto de impacto para el país. Mire usted: no se ha tocado a los expresidentes Fox y Calderón; cuando el primero es conocido por sus abruptos comunicados y en el caso del segundo, pues parece que prefiere mantenerse en un bajo perfil, junto con su hermana, la senadora Luisa María Calderón, señalada por las autodefensas como partícipe en la organización de Los Templarios en su natal Michoacán.
Es muy probable que hayan adoptado un nuevo estilo de vida, como en Manhattan en la gran manzana, rodeados de lujos, y lejos, muy lejos de la realidad que dejaron con sus ineptitudes de gobierno.
Otro escándalo en la historia. Cuando Maximiliano de Habsburgo llega a México, -el 28 de mayo de 1864-, el presidente Benito Juárez ya no se encontraba en la capital. Algún colaborador cercano le preguntaba: “Señor, ¿deja usted la Presidencia?” y respondió “No, la Presidencia se va conmigo”.
Mientras Maximiliano vivía en la majestuosidad del Castillo de Chapultepec, Juárez lo hacía en la sencillez y junto a la guerrilla mexicana que combatía espontáneamente al invasor; mientras Carlota escuchaba su canción favorita “La Paloma”, acompañada de la señora Pacheco, -su dama de honor-, el Presidente Juárez y Camilo, intercambiaban diálogos en zapoteco o quizás tarareaban alguna “nueva” canción, como “Sandunga”, considerado como el himno de los tehuanos.
