Citas memorables de la historia de México

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viernes, 30 de enero de 2009

Pendientes presidenciales

El próximo 1 de febrero, el Congreso de la Unión -con ambas Cámaras- abre el segundo periodo ordinario de sesiones del último año de la LX Legislatura, en el que varias iniciativas enviadas por el Presidente Felipe Calderón esperan en comisiones a ser dictaminadas. 

La iniciativa del Ejecutivo más antigua -la ley antitabaco- se presentó en diciembre del 2006, la cual propone que los fumadores paguen una aportación al sistema de seguridad social, de 15 centavos, para atender las enfermedades que causa el consumo de dicho producto. Además, se encuentran las seis reformas a leyes reglamentarias en materia de seguridad, como la Ley de Extinción de Dominio, que no ha alcanzado consensos.

Se haya también, una iniciativa que reforma la Constitución, para ajustar los sueldos de la Administración Pública Federal, con el objeto de que ningún servidor público pueda recibir percepciones superiores a las de su inmediato superior jerárquico, en el que legisladores de los tres principales partidos mantienen diferencias.

Otra discusión que tampoco ha sido abordada en el Congreso, es la que se refiere a una reforma al artículo 73 constitucional, para que las Entidades Federativas puedan imponer contribuciones locales a la venta final de gasolina y diesel, así como al consumo final de tabacos labrados y cervezas que se consuman dentro de su territorio, con el fin de lograr un mínimo de homologación tributaria.

Como es sabido, el domingo 5 de julio de este año, se desarrollarán elecciones federales intermedias, para renovar la totalidad de las 500 curules de la Cámara de Diputados, para dar paso, como cada 3 años -desde 1857-, a la diputación federal que constituirá la LXI Legislatura del Congreso.

Durante los primeros 35 años de la vida del México independiente, entre 1821 y 1856, el Poder Legislativo mexicano se ha depositado en una Junta Provisional Gubernativa, una Junta Nacional Instituyente, una Junta de Representantes o Consejo de los Departamentos, una Junta de Notables o Junta Nacional Legislativa, un Consejo de Representantes, dos Congresos Constituyentes, seis Congresos Constitucionales, tres Congresos Constitucionales Centralistas, un Primer Congreso Constitucional, tres Congresos Extraordinarios, así como tres Congresos (a secas), con una duración entre uno y dos años, y motivado por la visión de 44 presidentes y un emperador, con opiniones de corte centralistas y federalistas, sobre el país que México debería ser.

Como consecuencia de la estabilidad constitucional, dada por la promulgación de la Constitución de 1857, los Congresos se sujetaron a un orden numeral continuo, y se estableció los dos periodos de sesiones, no obstante de las reformas a la Carta Magna de 1874 y 1917.

La I Legislatura abrió sus sesiones el 7 de septiembre de 1857, pero funcionó por poco tiempo, pues el 20 de diciembre, debido al pronunciamiento del Plan de Tacubaya por Ignacio Comonfort, fue clausurado y se aprehendió a su presidente, Isidoro Olvera, dando inicio a la guerra de Reforma.

Por única ocasión, esta Primera Legislatura tuvo una duración de cuatro años, -en lugar de dos-, aunque su trabajo no fue constante por la guerra. 

Durante el periodo de la segunda intervención francesa -entre 1862 y 1867-, es decir, de la II a la IV Legislatura, el Congreso en muchas ocasiones no sesionaba por falta de quorum, y sus proclamas fueron sustituidas por la legislación imperial de Maximilano de Habsburgo, quien expidió el primer Código Civil del país, además de aportar a la cultura política mexicana la colocación de la imagen del mandatario en las oficinas públicas.

Posteriormente, la VIII Legislatura -de 1875 a 1878- fue la primera bicamaral, en la que por primera vez, el Senado atrajo la atención pública.

De la IX a la XXIV Legislatura, -entre 1878 a 1910-, el país vivió bajo la pax porfiriana, previo a la revolución y a los trabajos del Congreso Constituyente de 1916, que promulgo la Carta Magna de 1917.

Fue hasta la XXXVI Legislatura, -de 1934 a 1937-, en el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas del Río, que los periodos legislativos comenzaron a durar 3 años, como hasta ahora.

No importan la duración de las legislaturas. Lo que interesa es el producto de los consensos, más en momentos como los que pasamos ahora, de inseguridad y crisis económica.

sábado, 24 de enero de 2009

El juramento

En la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, se aprobó la proposición con punto de acuerdo, por la que se felicita al nuevo presidente norteamericano Barack Obama por su toma de protesta, en la que tanto el presidente de la Suprema Corte de Justicia, John Roberts, como Barack Obama, erraron en la fórmula para que prestara su juramento como 44º. presidente de esa nación y primero de raza de color.

El error fue subsanado a dos días, cuando de nueva cuenta y en una ceremonia en la Casa Blanca, el presidente de la Corte tomó correctamente el juramento al presidente Obama, en quien el mundo tiene depositadas sus esperanzas para salir de la crisis económica, entre otros temas.

Quizás no haya tenido repercusiones ese hecho, dado que el presidente Obama fue electo por sus ciudadanos, quienes abarrotaron el National Mall en Washington, desde el Capitolio hasta el Monumento a Lincoln, mismo testigo del famoso discurso “I Have a Dream”, pronunciado por Martin Luther King, Jr. el 28 de agosto de 1963, considerado por muchos uno de los principales discursos de la historia del siglo XX.

En el México independiente, el 25 de septiembre de 1821 la Junta Soberana, a convocatoria de Agustín de Iturbide, se reunió para acordar el ejercicio de la representación nacional, hasta la reunión de las Córtes -ahora Congreso-, en la que se denominó soberana y con el tratamiento de majestad, y se designaron las primeras comisiones, quedando como Primera: de Relaciones interiores; Segunda: De exteriores; Tercera: de Justicia y lo Eclesiástico; Cuarta: de Hacienda; y Quinta: de Guerra.

El juramento que tomaron los vocales que después serían los integrantes del primer Congreso -en el Imperio-, señalaba la siguiente fórmula: “…¿Juráis observar las garantías proclamadas en Iguala por el Exército del Imperio Mexicano con su primer Gefe: los Tratados celebrados en la villa de Córdova referentes al Plan del mismo Iguala, en que se hizo el pronunciamiento de la Independencia del Imperio, y desempeñar fielmente en servicio de la Nación vuestro encargo de vocal de la suprema Junta provisional Gubernativa, que se ha establecido en consecuencia de lo ordenado en los mismos Tratados?...”

Posteriormente, el 21 de julio de 1822, abría el cortejo que acompañó a Agustín I a la catedral de México a su coronación. Venían los ayudantes de ceremonia con las insignias de la familia real, una comisión de 24 diputados y los generales que portaban las insignias del emperador. Adentro de catedral hubo procesión bajo palio, y después de entregar su espada al presidente del Congreso, Iturbide ocupó el trono chico puesto cerca del coro, que incluyó la profesión de fe del monarca con la mano en los Evangelios, la colocación de las insignias en el altar, el canto del Veni Creator por parte del obispo de Guadalajara, Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, -el creador del proyecto de la Casa de la Misericordia, ahora Instituto Cultural Cabañas- quien lo ungió como Agustín I.

Durante la vigencia de la Constitución de 1824, la fórmula para jurar se hallaba en el artículo 101, siendo la siguiente: “…Yo … nombrado presidente (o vicepresidente) de los Estados Unidos mexicanos, juro por Dios y los santos Evangelios, que ejerceré fielmente el encargo que los mismos Estados Unidos me han confiado, y que guardaré y haré guardar exactamente la constitución y leyes generales de la federación. …”, quienes lo hacían ante el Congreso.

La Constitución de 1857 en su artículo 83, precisaba: “…Juro desempeñar leal y patrióticamente el encargo de presidente de los Estados Unidos Mexicanos, conforme á la Constitución, y mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión. …”

El constituyente de 1917, le asignó el artículo 87, que se consigna: “… Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande. …” fórmula que aún sigue vigente.

Momentos solemnes de Estado, pero nuestra realidad nos indica que sigamos trabajando y adelante.

sábado, 17 de enero de 2009

Nuevos nombramientos

El Consejo Directivo del Banco de Pagos Internacionales con sede en Basilea, Suiza, acaba de nombrar al Gobernador de Banco de México, Guillermo Ortiz, como su Presidente, y que ha sido recibido por el Congreso con buenos ojos, en voz de las expresiones del Coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, así como del Presidente del Senado, Gustavo Enrique Madero; en el que por ser un nombramiento honorífico, se encuentra en compatibilidad con la función pública mexicana.
Fundada en 1930 y establecida en México en el 2003, la misión de esta institución es impulsar la cooperación entre los bancos centrales y facilitar las operaciones financieras internacionales, y además, realiza estudios y busca alternativas de solución a problemas financieros de ámbito internacional. Por otra parte, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, aprobó el nombramiento que el presidente de la República hizo a favor de Francisco Barrio Terrazas, como embajador ante Canadá, y que provocó un debate entre legisladores de su partido, Acción Nacional, con los del Partido de la Revolución Democrática. … No pretendo la presidencia: mis funciones cesarán establecida la Junta, y me tendré por muy honrado con el epíteto de humilde siervo de la nación. …”, precisaba José María Morelos y Pavón en una carta dirigida a Ignacio López Rayón, sobre la necesidad y conveniencia de que la Junta General de Representantes convocada para el 8 de septiembre de 1813 en Chilpancingo, se convirtiera en Congreso, en la que pide que se le nombre siervo de la nación. Para entonces, y una vez dado el fusilamiento de Hidalgo, el 30 de julio de 1811, el mando de la insurgencia recae en Ignacio López Rayón, quien convoca a reunión de ciudadanos notables en las inmediaciones de Zitácuaro, en agosto de 1811, nombrando a Morelos uno de sus vocales. Morelos y López Rayón intercambiaron correspondencia epistolar, en donde diferían en los objetivos de realizar una Junta General de Representantes de la insurgencia. López Rayón trataba de postergarla el mayor tiempo posible, mientras Morelos trataba de convencer a López Rayón, que la Junta no carecería de legitimidad, ni sería la mofa de sus antagonistas, entre otras cosas. Morelos lo convence y se realiza la Junta, después denominada Congreso. Para entonces, Morelos había redactado el Reglamento del Congreso, donde define los pasos y beneficios de este, además, con la elaboración de otro documento base sobre el cual descansaría la soberanía de la nación: Los Sentimientos de la Nación. Días después, el 14 de septiembre de 1813, Morelos pronunció un discurso en el marco de las actividades del Congreso de Chilpancingo, en el que expuso la necesidad de que un grupo de hombres capaces dieren a la nación mexicana la idea de soberanía en su más puro concepto, es decir, sin liga a monarquía alguna. Acto seguido, el secretario Rosáinz, leyó el documento intitulado Sentimientos de la Nación, en el que Morelos redacta su pensamiento como sus concepciones políticas. Por primera vez se desecha el principio de soberanía nacional, para ser substituido por el de soberanía popular y al desconocimiento de la monarquía española; también en él se establecen los principios ideológicos para la política, que más tarde el presidente Juárez, y hoy en día, se aplican en el ámbito internacional: el concepto de autodeterminación de los pueblos y la no intervención, y sentó los principios de la justicia social, entre otros. Y así, en el segundo día de sesiones, el Congreso de Chilpancingo eligió al Siervo de la Nación, Generalísimo de los Ejércitos Nacionales de la América Septentrional, para encabezar el Poder Ejecutivo, y concluyó la jornada con un solemne Te Deum. Por cierto, en este Congreso es en el que se aprobó festejar cada 16 septiembre “… como el aniversario en que se levantó la voz de la independencia […] …”, entre otras cosas. Los nombramientos enorgullecen, pero más lo hace la satisfacción por el deber cumplido.

viernes, 9 de enero de 2009

La Gaceta

La Comisión Permanente del Congreso de la Unión abordó en su sesión del miércoles pasado, la situación política y económica que vive el país, en la que legisladores del PRD y del PRI refirieron que el reciente Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y el Empleo, firmado por el Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, es insuficiente para enfrentar la crisis.
En dicho acuerdo, el Ejecutivo Federal propuso congelar el precio de las gasolinas y reducir el precio del gas un 10 por ciento y de las tarifas eléctricas, ampliar la capacidad de retiro de ahorro en caso de despido, así como la cobertura del seguro social para desempleados.
Además, el gobierno federal otorgará 750 millones de pesos en apoyos directos a familias de escasos recursos para sustituir los aparatos electrónicos viejos por nuevos y se otorgarán 181 mil millones de pesos para el INFONAVIT.
La Gaceta Parlamentaria de la sesión de ese día, señalaba en el rubro de Agenda política, “comentarios sobre la situación Política Nacional” y que fueron vertidos por el diputado Gerardo Villanueva Albarrán (PRD) en la que afirmó que en dicho pacto no se observa el diseño de una política social clara que facilite el desarrollo regional y garantice la rectoría del Estado en el sector financiero.
Con 11 años en circulación, la Gaceta Parlamentaria es el órgano de difusión de las actividades del Congreso, creada en la LVII Legislatura a propuesta del entonces diputado Pablo Gómez Álvarez (PRD) en noviembre de 1997. Formalmente, desde 1875 se publica el Diario de Debates que viene a recopilar la vida legislativa en ambas Cámaras.
En el Primer Congreso Mexicano de 1822, se decretó un reglamento para la redacción del diario de las Sesiones del Congreso Constituyente de México, pero con motivo de la convulsionada vida política en el siglo XIX, su circulación no fue con la regularidad deseada, en cambio, los periódicos de la época, como El Monitor Republicano, El Correo del Comercio, El Siglo Diez y Nueve, El Tiempo, El Imparcial y El Universal, publicaban síntesis de las sesiones del Congreso.
En el Senado, sin existir algún órgano de difusión, sus sesiones eran extractadas en los periódicos El Sol, Águila Mexicana, El Fénix de la Libertad, El Diario del Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, Diario del Gobierno de la República Mexicana, El Siglo Diez y Nueve, El Universal, El Periódico Oficial del Supremo Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos así como en El Archivo Mexicano. Además y como fuente de derecho de la época, se hayan las 16,890 regulaciones de la legislación mexicana ó colección completa de las disposiciones legislativas expedidas desde la independencia de la República, a cargo de Manuel Dublán y José María Lozano.
Hoy por hoy, el principal compilador y promotor de lo que conocemos como crónica legislativa fue, Juan Antonio Mateos, quien vivió muy de cerca los principales procesos políticos y sociales de la época, cuando se unió a las fuerzas de Ignacio Comonfort en Puebla, y en la guerra de Reforma, estuvo bajo las órdenes de Ignacio Zaragoza.
Mateos fue diputado federal por un periodo de casi 30 años. En 1862 – 1863, en 1873 – 1876, en 1880 – 1881, en 1887 – 1896 y en 1899 – 1900. En 1869 fue nombrado por el Presidente Benito Juárez secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en 1887 -como diputado- Mateos fue el único en oponerse a la reelección presidencial de Porfirio Díaz, en medio de un Congreso complaciente.
Comenzó a publicar su trabajo en 1877 con la recopilación de las actas de los Congresos mexicanos desde 1822 hasta 1857 en su “Historia Parlamentaria de los Congresos Mexicanos de 1821 a 1857” de 25 tomos, en los que se refleja el doloroso tránsito de la nación mexicana hacia la democracia, varios debates constitucionales, elecciones, la secularización de la sociedad y el sufragio universal, entre otros temas.
En 1881 publicó El Correo de las Cámaras, que circuló sólo durante 24 ediciones y posteriormente fue director de la biblioteca del Congreso.
Un día de estos navegue por internet en la Gaceta Parlamentaria en http://gaceta.diputados.gob.mx/ o en http://www.senado.gob.mx/gaceta.php Estoy seguro que algo será de su interés.

sábado, 3 de enero de 2009

Lo mínimo

Uno de los primeros compromisos del presidente Felipe Calderón al asumir la Presidencia de la República, fue moderar el sueldo de los servidores públicos -de primer nivel-, empezando por el suyo. Así, la ley de salarios máximos se aprobó en el Senado desde el 13 de marzo de 2007, y a partir de ese momento, se envió a la Cámara de Diputados para su análisis, misma que se haya en Comisión de Puntos Constitucionales.

Se prevé que para enero, la Comisión dictaminadora comience de nueva cuenta su discusión para una eventual aprobación en el periodo de sesiones ordinarias que comenzará en febrero próximo.
Para los trabajadores, el aumento al salario mínimo significó sólo unos cuantos pesos en contraste con los aumentos generalizados en los precios de los bienes y productos de consumo de primera necesidad.

El salario mínimo se asocia con el pago de pensiones que ha existido en nuestro país desde siempre. Es decir, mientras que unos trabajan para obtener el sustento diario, en el otro caso son legados por actos patrióticos. Por ejemplo, el 3 de noviembre de 1953, el Congreso de la Unión aprobó el pago de una pensión de 15 pesos diarios, a Agripina Hidalgo, por el sólo hecho de ser descendiente de Miguel Hidalgo y Costilla, quien llevaba 142 años de haber sido fusilado.

El 9 de enero de 1934 se publica en el Diario Oficial de la Federación, el decreto del presidente Abelardo L. Rodríguez, por el que quedan extinguidas las pensiones que disfrutaban, con cargo al erario público, los sucesores en décimo cuarta generación y la familia española de los condes de Miravalle; ambas familias descendientes del Emperador Moctezuma II; cuya erogación fue implementada desde tiempos de la colonia española y respetada en 1821, cuando el recién independizado y naciente Estado mexicano asumió el compromiso de mantener las “pensiones de Moctezuma”.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, era muy común encontrar solicitudes de particulares dirigidas al Congreso de la Unión, en las que pedían una pensión económica por servicios prestados a la República, a través de sus cuerpos de ejército, ya sea durante la guerra de Reforma, ya sea durante la guerra de Intervención.
A su muerte, Benito Juárez fue galardonado con el título de benemérito de la patria en grado heroico, en sesión del Congreso del 18 de abril de 1873. En esa misma sesión, se aprobó el pago de una pensión de 3,000 pesos anuales, a cada una de las hijas de Juárez –Doña Soledad, Doña Josefa y Doña Jesús- así como al menor Benito Juárez Maza, mientras concluyera su carrera o cumpliera 25 años de edad. Mismo derecho se otorgó a cualquiera de los siete hijos legítimos de Juárez que llegare a la pobreza.

El 27 de agosto de 1861 murió en su tierra natal, San Juan de los Lagos, Jalisco, doña Rita Pérez de Moreno, rechazando una pensión que le ofreció el gobierno federal y quien ofrendó a su esposo, el insurgente Pedro Moreno y a sus tres hijos, a la causa de la independencia.

Por otra parte, en reconocimiento a su labor, en favor de la causa de la independencia y como restitución de parte de sus bienes incautados por el gobierno virreinal, que ascendían a cincuenta mil pesos de la época, el Congreso de 1822 decidió que la primera mujer reportera del país, Leona Vicario, recibiera las propiedades de la calle de Santo Domingo esquina con Cocheras, hoy República de Brasil esquina con República de Colombia, así como las propiedades de los números 9 y 10 de esta última calle, en la ciudad de México.

Sin duda alguna, hay necesidades económicas más apremiantes en este momento, que pagar sueldos estratosféricos que rayan en la ofensa para la inteligencia de cualquier ciudadano. No se critica el derecho a devengar un emolumento. “Bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos, no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala": Benito Juárez.