Luego del
escándalo en que se vio involucrado el Partido de la Revolución Democrática
(PRD) por la militancia de José Luis Abarca, expresidente municipal de Iguala,
consignado junto con su esposa, como los autores intelectuales de la
desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa en
Guerrero, las cosas no han ido bien para ese partido.
Poco a poco han
salido a relucir nuevos escándalos que involucran a la clase política del
partido del sol azteca, como el caso de Ricardo Gallardo Cardona, alcalde con
licencia en Soledad de Graciano Sánchez en San Luis Potosí, a quien la Procuraduría
General de la República (PGR) encontró que desvió recursos a 13 empresas por
alrededor de 200 millones de pesos (mdp) y además en posesión de sus
pertenencias de un violín valuado en más de 5 mdp.
Además, el
reciente escándalo del delegado político en Istapala en el Distrito Federal,
quien el pasado 19 de enero presentara su licencia al cargo, por presuntos
actos de corrupción luego del percance vehicular del pasado 17 de diciembre, en
el que Jesús Valencia afirmó que el vehículo siniestrado era de su propiedad y
posteriormente, al entrar en contradicciones, se supo que la camioneta en la
que viajaba era propiedad de un contratista de la delegación a su cargo.
Recientemente el
senador y exjefe de gobierno capitalino, Alejandro Encinas, anunció su
intención de abandonar las filas del sol azteca, en lo que el presidente
nacional de ese partido, Carlos Navarrete, ha minimizado la salida de Encinas y
del también senador Mario Delgado, este último para incorporarse a las filas
del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
No solo en el PRD
se cuecen habas. En el Partido Acción Nacional recientemente regresó como
dirigente nacional, Gustavo Madero, quien es señalado por militantes de su
partido de usar al instituto político para su beneficio personal y para
mantenerse vigente.
Luego de eso, el
saliente dirigente Ricardo Anaya Cortés, regresó a su curul en Cámara baja para
incorporarse como coordinador del grupo parlamentario de su partido, y
seguramente con la esperanza de que el albiazul lo postule como candidato a la
primera magistratura de Querétaro en próximas elecciones.
Madero Muñóz abre
un frente de crisis en la militancia de su partido, quien es señalado como el
responsable de cerrarle las puertas a Margarita Zavala, en sus intenciones de posicionarse
como candidata a una diputación federal plurinominal en las próximas elecciones
federales del primer domingo de junio de este año.
En ambos casos es
muy probable que el cálculo político de las dirigencias nacionales del PRD y
del PAN, no sea lanzar las campanas al vuelo en los próximos comicios
intermedios.
El PRD pagará muy
cara la factura que le cobrará la ciudadanía y cabe la posibilidad que siga
perdiendo antiguos bastiones electorales, como Zacatecas o Michoacán, al que
podría sumársele algunas delegaciones políticas o quizás la mayoría en la
Asamblea Legislatva del Distrito Federal.
Por su parte es
muy probable que la militancia del partido albizaul le cobre a la dirigencia
nacional, la ausencia de métodos democráticos que en otros tiempos caracterizó
a ese instituto político, mediante el voto de castigo a los candidatos que
pudiera imponer su dirigencia nacional y en castigo por no mantener equilibrios
políticos, al otorgar una candidatura plurinominal al grupo del expresidente Felipe Calderón, en la persona de Margarita
Zavala.
Parece que son
batallas políticas internas que pondrían en entre dicho el futuro mediato de
dichos institutos, cuya guerra se enmarcaría por el poder.
A propósito de la
guerra, hace 73 años que nuestro país participo por última vez en un conflicto
armado internacional, cuando el Primer Ministro Winston Churchill era enterado
por un ayudante de su Estado Mayor, que a mediados de mayo de 1942 un barco con
bandera mexicana era hundido por un submarino alemán, lo que podría significar
el enojo de México y el motivo suficiente para invocar su participación en la
conflagración mundial encabezada por los aliados, entre ellos Sir Winston
Churchill.
Para el 28 de
mayo de 1942, la Cámara de Diputados aprobaba el decreto del presidente Manuel
Ávila Camacho, luego de que Alemania hundiera dos navíos petroleros mexicanos
-el “Potrero del Llano” y el “Faja de Oro”- iniciando a la única participación
de México en las guerras mundiales. México envió una nota de protesta a los
países del Eje por intermedio de la legación diplomática de Suecia, pero
Alemania se negó a recibirla e Italia y Japón no contestaron. De fines de junio
a principios de septiembre de ese año, los submarinos alemanes hundieron -en el
Golfo de México-, 4 barcos más: Tuxpan, Las Choapas, Barco Oaxaca y Amatlán.
Como usted sabe,
México participo con un escuadrón de aviones cuyos pilotos a su regreso, fueron
recibidos por el Congreso en noviembre de 1944 como héroes. El diputado
jalisciense Adalberto Ortega Huizar integró la comitiva que los recibió y los
acompañó hasta el interior del recinto parlamentario, donde un nutrido aplauso
de pie los ovacionó y reconoció.
A lo lejos,
observaba Churchill acariciando a su mascota Dodo, -un perro bulldog ingles-,
mientras fumaba un habano.
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