El próximo domingo tenemos la siguiente
cita con la democracia, en el que elegiremos diputados al Congreso de la Unión,
así como gobernadores en nueve entidades federativas, diputados locales y
munícipes.
El PRI asegura carro completo en las
elecciones, pese a que las encuestas lo señalan como el partido más repudiado
por la ciudadanía, así como a la caída en la popularidad del presidente Enrique
Peña Nieto, producto de la desatención en los temas de anticorrupción y
derechos humanos, que produjo los escándalos de la casa blanca, la casa de
Malinalco y la del secretario de Gobernación, entre otros; así como Tlatlaya,
Ayotzinapa y Tanhuato, respectivamente.
Por su parte, el PAN y su dirigencia
aseguran que ganarán 7 de las 9 gubernaturas en juego. Además prevé incrementar
la cantidad de diputados federales en la conformación de la LXIII Legislatura
del Congreso de la Unión y asegura que ganará unas 3 delegaciones en el
Distrito Federal. Al PAN no le han favorecido los escándalos de sus militantes,
como los moches, en el que su presidente Gustavo Madero debería ser realista,
¿A poco no?.
Por cuanto a la izquierda mexicana, el
PRD nada en contra de la percepción de impulsar cuadros a posiciones políticas
con antecedentes poco honorables y muy delincuenciales, como el presidente
municipal de Iguala. En su interior existe un ánimo de división.
Morena de Andrés Manuel López Obrador
prevé generar nichos políticos en la ciudad de México, al arrebatarle quizás
algunos distritos o delegaciones al PRD.
La percepción política y ciudadana le
otorgan a Movimiento Ciudadano en Guadalajara, la titularidad de la alcaldía
tapatía, lo que generará un frente de crisis al gobernador Aristóteles Sandoval.
Los partidos le apuestan a su voto duro,
producto de su militancia. A Marzo de 2014 había casi 13 millones de ciudadanos
afiliados a algún partido político.
Acción Nacional reportaba (PAN) 271,632
afiliados; el PRI 5 millones 848 mil 944 ciudadanos en sus filas; el PRD 3
millones 435 mil 979 afiliados; PT 892 mil 756 afiliados; el PVEM 947 mil 346
afiliados; Movimiento Ciudadano 795 mil 281; Nueva Alianza 639 mil 174
ciudadanos; Morena 620 mil afiliados; Encuentro Social y Partido Humanista, 250
mil afiliados cada uno.
La realidad es que los escándalos de los
partidos políticos o su clase política, superan las expectativas ciudadanas y
no hay candidato o fuerza política alguna en el país, que garantice mejora en
las condiciones de vida de los ciudadanos.
Por otra parte, la realidad al interior
del Instituto Nacional Electoral (INE) es que sus sistemas informáticos así
como la plataforma de captura de ciudadanos capacitados, el sistema de nómina,
de segunda insaculación de ciudadanos y la captura de representantes de los
partidos políticos, han presentado deficiencias que podrían detonar una crisis
el día de la jornada electoral.
No se omite en comentar la desafortunada
declaración el presidente Lorenzo Córdova Vianello sobre los indígenas y su control
de daños que incluyó un generoso emolumento económico a la premio Nobel de la
paz, Rigoberta Menchú.
Muy probablemente una de las tareas de la
LXIII Legislatura es, revisar en el marco de la reforma política y su
implementación, el modelo de integración de casillas con ciudadanos, que en
zonas urbanas resulta ampliamente superado. Quizás es tiempo de que el INE
comience a rescatar la experiencia nacional, como en Jalisco por ejemplo, para
implementar urnas electrónicas y elegir a autoridades.
Más allá de lo anterior, ganará aquel
candidato que deje de simular en su evaluación política y social pretendiendo
imponer una ficción al electorado durante su campaña.
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