La clase política vende la idea a la
ciudadanía que con el sistema anticorrupción aprobado por el Congreso, es la
panacea para uno de los males de este país, que más agravios causa en el ciudadano.
Mientras que para la ciudadanía le
agravia la pobreza, la corrupción, el desempleo, el fracaso educativo, la
desigualdad, los fraudes, la impunidad, la delincuencia, la injusticia, la
violencia, la partidocracia, las mentiras, los moches, el despilfarro y la
opacidad, entre otros temas, a la clase política le agravia la critica
política, el señalamiento, la transparencia y la denuncia pública.
Un estudio reciente hecho por el CIDE y
del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), denominado “México:Anatomía de la corrupción” incorpora una gráfica de la comparación de
corrupción de gobernadores de México y Estados Unidos, de 2000 a 2013.
La gráfica indica que mientras en Estados
Unidos en ese periodo hubo nueve gobernadores acusados, con los mismos casos
investigados y con las mismas detenciones, en México hubo 41 gobernadores
acusados, 16 de ellos investigados y sólo 4 detenidos, exponiendo lo deficiente
del sistema anti impunidad mexicano.
Un solo ejemplo que quizás sea
representativo del agravio ciudadano lo constituye, la injusta distribución de
la riqueza, que podría generar o coincidir en factores de corrupción, por la
vía del régimen de consolidación fiscal.
Dicho régimen se
aplica para las grandes empresas y consiste en la deducción de perdidas contra
ganancias acumuladas por impuestos, mediante la adquisición premeditada de una
empresa con pérdidas y mantenerla de esa manera, para demostrar a la SHCP sus
mermas y deducirlas de sus utilidades.
Otro ejemplo son las
facilidades fiscales a grandes corporativos. Entre el 2000 y el 2005 los 50
grandes contribuyentes -de empresas de la industria automotriz, productos
fotográficos, panificadoras, acereras, tiendas departamentales y de
autoservicio, e instituciones financieras-, pagaron sólo 74 pesos de Impuesto
sobre la Renta (ISR) y 67 pesos por Impuesto al Valor Agregado (IVA), en
promedio.
A esto súmele que Guadalajara podría ser la capital del lavado de dinero en el país, según el Departamento del Tesoro norteamericano. Lo sospechoso es que la desacreditada Fiscalía de Jalisco no actúe en consecuencia, ya que cabe la posibilidad que alguna empresa relacionada a algún político sea el beneficiario de las deducciones anteriores y se encuentre entre los 176 negocios sospechosos de éxito empresarial, y por tanto, “hueles a pura lana mojada”.
A esto súmele que Guadalajara podría ser la capital del lavado de dinero en el país, según el Departamento del Tesoro norteamericano. Lo sospechoso es que la desacreditada Fiscalía de Jalisco no actúe en consecuencia, ya que cabe la posibilidad que alguna empresa relacionada a algún político sea el beneficiario de las deducciones anteriores y se encuentre entre los 176 negocios sospechosos de éxito empresarial, y por tanto, “hueles a pura lana mojada”.
Esto funciona porque
existe un sistema fiscal diseñado para omitir información y generar canonjías a
discreción. La percepción de agravio tributaria también es palpable e incide en
el ánimo de la ciudadanía.
Para el campo
político, si no hay perdón para ciudadanos que pagan impuestos, tampoco lo debe
haber para servidores públicos deshonestos, como cualquier exgobernador que
haya abusado de sus funciones. Medidos con la misma vara, nomás.
Por eso el genio
militar del padre José María Morelos abarcó todos los campos de la seguridad
nacional y sin saberlo, creó los objetivos nacionales con la promulgación de
los Sentimientos de la Nación, ganándose la admiración y respeto de todos.
Entre sus subalternos,
Morelos tenía la fama de irresponsable, quienes constantemente se preocupaban
de que al Generalísimo no se le ocurriera alguna locura, -como la de no marchar
en sus exploraciones personales más allá de un punto ubicado-, dado a los
Bravo, Galeana y Matamoros.
A los dos meses del
sitio de Cuautla, las fuerzas habían menguado en ambos bandos y cuyo ejército
insurgente estaba necesitado de obligar a los realistas a gastar parque, pedía
voluntarios para que se acercaran a las trincheras enemigas y provocaran los
disparos de los españoles.
Como en la guerra y en
el amor, todo se vale, entre los voluntarios a tan peligrosa misión, estaba una
mujer: María Reyes. Una insurgente que se acercaba a las filas de los
gachupines, se levantaba las enaguas mostrándoles las nalgas a los realistas y
provocando sus disparos.
Seguramente esta mujer
salió ilesa, ya que con el tiempo, fue juzgada por la Inquisición y encarcelada
durante cinco años por tan osados actos.
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