El país no está bien

Luego de los escándalos por las presuntas grabaciones de varios gobernadores del país, este lunes se suma la trágica muerte del candidato de la alianza PRI-PVEM-Nueva Alianza al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, junto con varios de sus colaboradores.

Es grave, por tratarse de un aspirante a dirigir los destinos de una Entidad Federativa; es grave, porque denota la falta de capacidad del Gobierno Federal, no sólo para proteger a candidatos, sino a la ciudadanía en general.

Vino la respuesta de la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, al llamado del presidente Felipe Calderón al pacto nacional: “Siempre hemos estado dispuestos a dialogar, pero con liderazgos legítimos y no fruto del oportunismo, que bregan en la borrasca de aguas tormentosas para ver si recomponen sus posicionamientos, cuando ha sido precisamente la irresponsabilidad y el cortoplacismo, el querer ganar a cualquier costo, lo que ha enturbiado el debate y envilecido a la política”.

Además en estos días, el Ejecutivo Federal ha salido en tres ocasiones en cadena nacional, -la de la tenencia, la de la eliminación en trámites de impuestos y la de la creación de 500 mil empleos-, a unos días de la elección del 4 de julio, y no precisamente por razones de duelo, sino para reforzar su mensaje como parte de una estrategia electoral, en medio de la guerra -llamada así- de más de tres años y medio, con un parte de operaciones calculado en más de 23,000 fallecidos, de los cuales, se cree que en 2008 fueron 22 los políticos ejecutados, en 2009, 27 y hasta ahora 34, de todos los signos políticos.

Una de las diferencia de ideas, radica en que el PAN ha acusado al PRI de ser cómplices del narcotráfico, y ahora con el llamado del presidente Calderón, busca su anuencia y sumarlos a que respalden la guerra que comenzó el PAN de la Presidencia de la República. Otra de las diferencias estriba en el uso de los aparatos de inteligencia para espiar gobernantes con fines electorales, sin que haya eficiencia en el uso de estos recursos en contra de la delincuencia.

Asimismo, el presidente Felipe Calderón exigió a todos los actores políticos visión de Estado para fortalecer a las instituciones y no su demolición sistemática, petición que llegaría con unos años de retraso.

En algún otro momento, el país no estaba bien: Cuando Maximiliano de Habsburgo llega a México, -el 28 de mayo de 1864-, el presidente Benito Juárez ya no se encontraba en la capital. Algún colaborador cercano le preguntaba: “Señor, ¿deja usted la Presidencia?” y respondió “No, la Presidencia se va conmigo”

El presidente Benito Juárez se hizo acompañar de su fiel Camilo, un indio zapoteca que le servía de criado, del teniente Felipe Azcárate, su jefe de ayudantes; así como de su cochero, Juan Udueta, quien lo llevaría a recorrer el país en el carruaje, tratando de salvar a la República.

Mientras Maximiliano vivía en la majestuosidad del Castillo de Chapultepec, Juárez lo hacía en la sencillez y junto a la guerrilla mexicana que combatía espontáneamente al invasor; mientras el Recinto era adornado con ornamentos traídos de Europa, Juárez dormía en su carruaje, rodeado del batallón que le acompañaba; mientras Carlota escuchaba su canción favorita “La Paloma”, acompañada de la señora Pacheco, -su dama de honor-, Juárez era acompañado por Camilo, quienes intercambiaban diálogos en zapoteco o quizás tarareaban una “nueva” canción: La Llorona.

Al triunfo de la República cuando fue capturado Maximiliano por el ejército Republicano de Mariano Escobedo, el día de su fusilamiento en Querétaro y al bajar del carruaje Maximiliano dijo "...En un día tan hermoso como éste quería morir!....".

 “La historia enseña que todas las naciones, para llegar a la reforma y a la verdadera civilización, han tenido que pasar por pruebas terribles y por dolorosos sacrificios, y muchas veces los pueblos más poderosos debieron tocar el borde del abismo y, sin embargo, pudieron salvarse por la fe y la unión entre sus hijos”: Vicente Rivapalacio, presidente del II Congreso, en sesión del 15 de diciembre de 1861 otorgando facultades extraordinarias al Presidente Juárez para hacer frente a la intervención francesa.

Así vamos a vencer.