Calderón no es sujeto de sanción: IFE

En sesión extraordinaria del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), sus consejeros integrantes determinaron que el presidente Felipe Calderón violó la ley electoral, al difundir propaganda gubernamental durante las campañas para los comicios del 4 de julio, sin embargo, aprobó dejarlo sin sanción alguna.

Según el IFE, considera que de acuerdo con la Constitución, el órgano electoral está imposibilitado para sancionar al mandatario federal, cuando transmitió en cadena nacional un mensaje en materia de seguridad, en una queja presentada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Los consejeros electorales reconocieron el obstáculo, quien sólo puede ser acusado por traición a la Patria y delitos graves de orden común.

En su defensa, el subsecretario de Gobernación, Roberto Gil Zuarth, dijo que "No compartimos la interpretación y el criterio que ha prevalecido en este caso concreto. A nuestro juicio, el IFE no tiene atribuciones para llamar al gobierno de la República y su titular a un procedimiento sancionatorio".

Por su parte, el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), César Nava, en conferencia de prensa, rechazó que el Ejecutivo Federal haya incurrido en propaganda, e impugnarán la resolución ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pues dice que el mensaje presidencial se dio en el contexto de una semana "especialmente alarmante" con por los más de 400 homicidios y las emboscadas a policías federales en Chihuahua y Michoacán.

Precisó que el IFE mide con dos varas: al Presidente de la República y a los Gobernantes en los Estados, cuando tenemos a todas luces conductas ilegales, arbitrarias, burdas intervenciones de los gobernadores, esas siguen quedando impunes, afirmó.

El término de traición a la patria, se encuentra previsto en el artículo 123 del Código Penal Federal, y es aplicado al que realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana; al que tome parte en actos de hostilidad en contra de la Nación; al que forme parte de grupos armados dirigidos o asesorados por extranjeros; reclute gente para hacer la guerra a México, entre otras, y con penas que varían de cinco a cuarenta años de prisión, conductas desde luego que no encuadran en un hecho, como el que el IFE reconoce y que pudiera ser de una falta administrativa.

Sobre los delitos graves del orden común, quizás el más grave lo sea el homicidio de cualquier persona, conducta ajena a dictamen del IFE.

Como sea, no es ni traición a la patria, ni delito grave del orden común, pero cuyos actos pudieran configurar alguna conducta irregular, con el propósito de generar un ánimo de convencimiento en los gobernados sobre los actos del gobernante. Los mismos mensajes pudieron haberse transmitido después del proceso electoral pasado, y no se hizo.

Mucho tiempo antes y a quien sí se le consideró culpable del delito de alta traición, fue a Miguel Hidalgo junto con Ignacio Allende, los dos principales jefes de la insurrección armada de 1810, quienes acrecentaron sus diferencias a raíz de la derrota en el Puente de Calderón y se dice que Allende confesó haber ideado un plan para envenenar al "cabrón del cura", como llamaba a Hidalgo.

La prisión de Hidalgo tuvo lugar en la torre de la iglesia de los exjesuitas en Chihuahua; incomunicado y vigilado de la manera más cruel: ningún consuelo, si no eran algunos refrescos y cosas de comer, en escrupuloso examen, por parte del alcalde o intendente provisional de las prisiones -el español don Melchor Guaspe- y por el pobre cabo Ortega, que especialmente estaba consagrado a su servicio.

El día de su fusilamiento, le sirvieron un desayuno de chocolate y leche. Momentos después se le dio aviso de que era llegada la hora de marchar al suplicio, lo oyó sin alteración, se puso en pié y manifestó estar pronto a marchar al cadalso.

"… a pesar de que pide perdón al Tribunal, juzga el Fiscal que no resultan méritos bastantes para absolver su memoria y fama, ni tampoco para condenarlo…: Se trata del desestimiento de la causa formada en contra de Miguel Hidalgo por la Inquisición, en marzo de 1813, por tanto, sigue vigente su terrible excomunión.