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viernes, 26 de junio de 2009

Excelente propuesta


Senadores de las distintas fracciones políticas, instalaron la Mesa de Seguimiento y Evaluación de la Instrumentación de la Reforma Electoral 2007-2008, y precisaron que estarán en discusión temas que la reforma anterior no consideró, como son las candidaturas independientes y ciudadanas, la propaganda electoral en infomerciales, la contabilidad de votos distintos a las opciones políticas contenidas en las boletas electorales, entre otros aspectos.

Participaron como invitados Dong Nguyen, coordinador general de los Proyectos de Asistencia Electoral y Cultura Democrática de las Naciones Unidas en México y Carina Perelló, vicepresidenta de Desarrollo y Cooperación de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales, quien dijo que la reforma electoral en vigor, esta sobreconstitucionalizada, al asignar al Instituto Federal Electoral (IFE), la tarea de asignar spots en los medios de comunicación, que lo convierte en una "super agencia de publicidad", además de sus funciones interminables de organización y control de las elecciones. 

Además y en el marco del proceso electoral, la nueva reforma electoral se ciñe a la serie de propuestas ciudadanas y partidistas, como la reelección legislativa, entre otras. 

En la gama de posibilidades electorales, hay una que sobresale: Se trata de la propuesta encabezada por Trino Padilla; sociólogo, profesor universitario, exrector de la Universidad de Guadalajara, (UdG), con Doctorado Honoris Causa por la Universidad Kyung Hee de Corea. Lo acompaña en la candidatura, Ernesto Villanueva; abogado, consultor con especialidad en temas del Congreso y cabildero en una firma de consultores. 

Ellos son la propuesta del Partido Revolucionario Institucional, (PRI), en el distrito 8 Federal de Jalisco, y que, con su voto, seguramente ocupará la curul para renovar la Cámara de Diputados, para dar paso, como cada 3 años -desde 1857-, a la diputación federal que constituirá la LXI Legislatura del Congreso. 

Durante los primeros 35 años de la vida del México independiente, entre 1821 y 1856, el Poder Legislativo Mexicano se depositó en una serie de organismos legislativos varios, desde la Junta Provisional Gubernativa hasta un Congreso, con una duración entre uno y dos años, motivado por la visión de 44 presidentes y un emperador, con opiniones de corte centralistas y federalistas, sobre el país que México debería ser. 

En 1830, Guadalupe Victoria promovió que el periodo presidencial fuera ampliado de cuatro a seis años. En 1836 las Siete Leyes Constitucionales, cambiaron el periodo presidencial a ocho años. 

Como consecuencia de la estabilidad constitucional, dada por la promulgación de la Constitución de 1857, los Congresos se sujetaron a un orden numeral continuo, y se estableció los dos periodos de sesiones, no obstante de las reformas a la Carta Magna de 1874 y 1917.

La I Legislatura abrió sus sesiones el 7 de septiembre de 1857, pero funcionó por poco tiempo, pues el 20 de diciembre, debido al pronunciamiento del Plan de Tacubaya por Ignacio Comonfort, fue clausurado y se aprehendió a su presidente, Isidoro Olvera, dando inicio a la guerra de Reforma.

Por única ocasión, esta Primera Legislatura tuvo una duración de cuatro años, -en lugar de dos-, aunque su trabajo no fue constante por la guerra. Esta legislatura aprobó que los periodos presidenciales volvieran a cuatro años y con posibilidad de reelección indefinida. 

Durante la segunda intervención francesa -entre 1862 y 1867-, es decir, de la II a la IV Legislatura, el Congreso en muchas ocasiones no sesionaba por falta de quorum, y sus decretos fueron sustituidos por la legislación imperial de Maximilano de Habsburgo, quien expidió el primer Código Civil del país, además de aportar a la cultura política mexicana la colocación de la imagen del mandatario en las oficinas públicas. 

Posteriormente, la VIII Legislatura -de 1875 a 1878- fue la primera bicamaral, en la que por primera vez, el Senado atrajo la atención pública. 

De la IX a la XXIV Legislatura, -entre 1878 a 1910-, cuando el país vivió bajo la pax porfiriana, Díaz presentó al Congreso la iniciativa para ampliar el periodo a ocho años, –con el argumento de que los virreyes duraban en promedio ese lapso. 

Luego de los trabajos del Constituyente de 1917, el Congreso aprobó la propuesta de Venustiano Carranza, para volver al periodo presidencial de cuatro años. 

El 24 de enero de 1928 fue publicada la reforma que determinó definitivamente el periodo de seis años para el presidente. Lázaro Cárdenas fue el primero que duró 6 años. 

Fue hasta la XXXVI Legislatura, -de 1934 a 1937-, también en el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas del Río, que los periodos legislativos comenzaron a durar 3 años, como hasta ahora. 

Platique con ellos. Conozca la opinión de Trino sobre la educación superior o salud y seguridad pública, y sus propuestas para mejorarla, que de seguro son muchas.

Pregúntele a Ernesto cómo fue que logró que el Congreso Mexicano recibiera al Dalai Lama en el 2004 o que en la LIX Legislatura se aprobaran mayores recursos para la construcción de carreteras en Jalisco.

Antes de que tome su decisión, revise las propuestas de Trino y Ernesto, analícelas o formúleles las preguntas que quiera.

Estoy seguro que se convencerá.
Lecturas: counter

2 Comentarios:

Anonymous dijo...

Me parece una propuesta inteligente el que el columnista invite a reflexionar el voto, a movernos de la cómoda pasividad intelectual a la consulta e investigación sobre las plataformas electorales, perfiles de candidatos y sopesar unos y otros.
Además es un deleite repasar aspctos de la historia poco abordados.
Felicidades

Anonymous dijo...

Interesante y Actual.

Saludos

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