Hace apenas unas semanas, el Gobierno de Veracruz culpaba a un par de twitteros de terrorismo, por haber presuntamente ocasionado la psicosis entre la población del Puerto, cuando al día siguiente se registraron balaceras en diferentes lugares de Veracruz y Boca del Río.
En una entrevista en un medio de comunicación local, el Procurador de Justicia Reynaldo Escobar, dijo con mucho aplomo de la captura de uno de los ciberterroristas. Habló de la gran capacidad tecnológica que tiene la policía cibernética, de las muchas horas que se tomaron para localizar la cuenta y a los usuarios, a los que finalmente ya tenían detenidos y confesos.
Como usted sabe, la semana pasada fueron liberados, ante la presión social por la ilegalidad en que se incurría.
Después en otra entrevista, señaló que se tenían detectadas otras cuentas de Twitter y además cuentas de Facebook en donde personas con tintes “intelectuales” estaban desprestigiando, hablando mal del gobierno. La verdad no peca, pero incomoda.
Es improbable que el Procurador de Veracruz haya querido decir que los que hablan “mal” del gobierno también son “terroristas”, como seguramente evidenciar la probable corrupción , derroches, abusos, ineficiencia, es hablar mal del rinconcito donde hacen su nido las olas del mar, dice el músico poeta, Agustín Lara, sobre Veracruz.
Luego, como una evidente provocación, vino la colocación de 35 cuerpos en el cruce de céntricas avenidas de Boca del Río, donde se desarrollaba el cónclave de Procuradores de Justicia, custodiados por un Batallón de soldados y marinos.
Más aún, otros 14 cuerpos fueron arrojados en diversos lugares de la geografía de la entidad, pedacito de patria que sabe reír y llorar, en un acto en el que el Gobierno de Veracruz ha negado, a todas luces. Además, se dice que fueron comprados todos los ejemplares de la revista Proceso, para evitar que la ciudadanía conozca otro punto de vista.
Sobre Veracruz, algunos historiadores dicen que han sido tres las ocasiones en que de manera heróica, el pueblo la ha defendido de invasores.
La primera ocasión fue el 18 de noviembre de 1825 en el Castillo de San Juan de Ulúa, cuando se anuncia la capitulación española y el anuncio oficial se da el 23 de diciembre de 1825, posteriormente se concede a la ciudad de Veracruz el título de Heróica.
La segunda ocasión en que se le consideró así, fue en 1838 durante la Guerra de los Pasteles, cuando a finales de septiembre y hasta octubre, se repelió la agresión producida por las fragatas y bergantines franceses.
La tercera ocasión fue en marzo de 1847, con motivo de la invasión norteamericana, que una vez más, Veracruz fue elevada a la dignidad de Heróica, y la última, conocida claro, fue en abril de 1914 con motivo de una nueva invasión norteamericana, mientras usurpaba la Presidencia de la República, Victoriano Huerta.
Hubo una más que la historia no ha considerado: El 30 de abril de 1863 se libró un férreo combate, en Camarón de Tejeda, Veracruz, cuando la Legión Extranjera Francesa –la unidad militar con el historial más glorioso del mundo-, combatió contra una fuerza liberal mexicana.
Este combate ahora es parte muy importante de la tradición militar francesa, ya que cada año un contingente galo se hace presente para honrar a los caídos en Camarones, llamado así por su gente.
Francia recordaba con vergüenza, que un año antes había sido derrotado el invencible ejército francés, por el ejército de oriente, así como por un grupo de indígenas zacapoaxtlas de Puebla, por lo que volvieron a retomar la empresa.
850 mexicanos dirigidos por el coronel Francisco de Paula Milán versus 1,800 hombres entre franceses, españoles, alemanes, suizos, belgas, daneses e italianos. Obviamente las fuerzas nacionales estaban mal preparadas, en entrenamiento y en armamento, pero para la posteridad, se debería honrar la memoria de esos héroes.
Los mexicanos somos gente de bien: El subteniente Maudet, gravemente herido, quedó a cargo de una familia mexicana. Doña Juana Marrero de Gómez, envió una carta a Francia en donde el militar francés expresaba: “Si he de morir, no me llores, madre mía, y doy gracias a Dios de que mi cuerpo descanse en este rincón de la tierra mexicana, tierra hospitalaria y caballerosa en todos los sentidos. En Francia dejé una madre, aquí en México he encontrado otra. Mándame tu bendición”. Noble gesto de un valiente cuyo retraro figura junto al de la señora Marrero, a la que la Legión llama “La dama del gran corazón”, en el Museo de la Legión en Aubagne, Francia.
En una entrevista en un medio de comunicación local, el Procurador de Justicia Reynaldo Escobar, dijo con mucho aplomo de la captura de uno de los ciberterroristas. Habló de la gran capacidad tecnológica que tiene la policía cibernética, de las muchas horas que se tomaron para localizar la cuenta y a los usuarios, a los que finalmente ya tenían detenidos y confesos.
Como usted sabe, la semana pasada fueron liberados, ante la presión social por la ilegalidad en que se incurría.
Después en otra entrevista, señaló que se tenían detectadas otras cuentas de Twitter y además cuentas de Facebook en donde personas con tintes “intelectuales” estaban desprestigiando, hablando mal del gobierno. La verdad no peca, pero incomoda.
Es improbable que el Procurador de Veracruz haya querido decir que los que hablan “mal” del gobierno también son “terroristas”, como seguramente evidenciar la probable corrupción , derroches, abusos, ineficiencia, es hablar mal del rinconcito donde hacen su nido las olas del mar, dice el músico poeta, Agustín Lara, sobre Veracruz.
Luego, como una evidente provocación, vino la colocación de 35 cuerpos en el cruce de céntricas avenidas de Boca del Río, donde se desarrollaba el cónclave de Procuradores de Justicia, custodiados por un Batallón de soldados y marinos.
Más aún, otros 14 cuerpos fueron arrojados en diversos lugares de la geografía de la entidad, pedacito de patria que sabe reír y llorar, en un acto en el que el Gobierno de Veracruz ha negado, a todas luces. Además, se dice que fueron comprados todos los ejemplares de la revista Proceso, para evitar que la ciudadanía conozca otro punto de vista.
Sobre Veracruz, algunos historiadores dicen que han sido tres las ocasiones en que de manera heróica, el pueblo la ha defendido de invasores.
La primera ocasión fue el 18 de noviembre de 1825 en el Castillo de San Juan de Ulúa, cuando se anuncia la capitulación española y el anuncio oficial se da el 23 de diciembre de 1825, posteriormente se concede a la ciudad de Veracruz el título de Heróica.
La segunda ocasión en que se le consideró así, fue en 1838 durante la Guerra de los Pasteles, cuando a finales de septiembre y hasta octubre, se repelió la agresión producida por las fragatas y bergantines franceses.
La tercera ocasión fue en marzo de 1847, con motivo de la invasión norteamericana, que una vez más, Veracruz fue elevada a la dignidad de Heróica, y la última, conocida claro, fue en abril de 1914 con motivo de una nueva invasión norteamericana, mientras usurpaba la Presidencia de la República, Victoriano Huerta.
Hubo una más que la historia no ha considerado: El 30 de abril de 1863 se libró un férreo combate, en Camarón de Tejeda, Veracruz, cuando la Legión Extranjera Francesa –la unidad militar con el historial más glorioso del mundo-, combatió contra una fuerza liberal mexicana.
Este combate ahora es parte muy importante de la tradición militar francesa, ya que cada año un contingente galo se hace presente para honrar a los caídos en Camarones, llamado así por su gente.
Francia recordaba con vergüenza, que un año antes había sido derrotado el invencible ejército francés, por el ejército de oriente, así como por un grupo de indígenas zacapoaxtlas de Puebla, por lo que volvieron a retomar la empresa.
850 mexicanos dirigidos por el coronel Francisco de Paula Milán versus 1,800 hombres entre franceses, españoles, alemanes, suizos, belgas, daneses e italianos. Obviamente las fuerzas nacionales estaban mal preparadas, en entrenamiento y en armamento, pero para la posteridad, se debería honrar la memoria de esos héroes.
Los mexicanos somos gente de bien: El subteniente Maudet, gravemente herido, quedó a cargo de una familia mexicana. Doña Juana Marrero de Gómez, envió una carta a Francia en donde el militar francés expresaba: “Si he de morir, no me llores, madre mía, y doy gracias a Dios de que mi cuerpo descanse en este rincón de la tierra mexicana, tierra hospitalaria y caballerosa en todos los sentidos. En Francia dejé una madre, aquí en México he encontrado otra. Mándame tu bendición”. Noble gesto de un valiente cuyo retraro figura junto al de la señora Marrero, a la que la Legión llama “La dama del gran corazón”, en el Museo de la Legión en Aubagne, Francia.
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