En la sesión del jueves pasado de la Cámara Baja, el diputado Gerardo Fernández Noroña (PT), subió a la tribuna para mostrar una manta en la que señalaba que el presidente Felipe Calderón tiene problemas de alcoholismo, en la que el Grupo Parlamentario del PAN descalificó el proceder de Fernández Noroña y en un debate poco próspero, se optó por dar por terminada la sesión.
Seguramente los comentarios del diputado petista despertaron la molestia y el enojo de la Oficina Presidencial, como para que en un acto que despierta sospecha, la cadena radiofónica MVS haya decidido dar por concluida la relación laboral con la periodista Carmen Aristegui, quien pidió a la Presidencia de la República, a que arrojara luz en este asunto, confirmando o rechazando la versión.
No será la primera vez que algún mandatario sea señalado o incluso, evidenciado: en abril de 2008 el gobernador de Jalisco Emilio González Márquez en evidente estado de ebriedad, todo México se enteró que lo que algunos poquitos dicen “le vale madre” para terminar con pedirle consentimiento al cardenal Juan Sandoval de Guadalajara y lanzar ofensas a quienes pensamos distinto que él.
Indudablemente el gobernador de Jalisco sabe lo que se tiene qué hacer en Jalisco y quizás por esa razón, es que haya tomado la determinación de comprar publicidad en la capital de la República, distintas ciudades del país y por otro lado, pedir más dinero al Congreso de Jalisco para la compra de material para seguridad pública, a propósito de los sucesos de la semana pasada que paralizaron la vida nocturna del miércoles en Guadalajara.
Como se recordará, en esos sucesos hubo 7 bloqueos con quema de vehículos, y que la Secretaría General de Gobierno de Jalisco se los adjudica en respuesta a la detención de 2 personas relacionadas con un grupo delictivo. Además, la propia Secretaría de Gobierno minimizó la alerta de seguridad emitida por el Departamento de Estado Norteamericano para viajar a Guadalajara, como si el Secretario de Gobierno estuviera mejor enterado.
Para terminar con broche de oro y en un comentario desfavorecedor, la hija del gobernador González Márquez, Ana Imelda González, calificó en su cuenta de twitter como “clientes fieles del narco” a los estudiantes de la universidad jesuita jalisciense ITESO.
Así era “el viejo” llamado como tal, por su servidumbre del Castillo de Chapultepec: Porfirio Díaz, soldado de la República, defensor de Puebla en 1862, 30 años en el poder quien en septiembre de 1910 recibió de manos del Marqués de Polavieja el uniforme con que fue capturado José María Morelos y Pavón, con estas palabras: "Yo no pensé que mi buena fortuna me reservara este día memorable, en que mis manos de viejo soldado son ungidas con el contacto del uniforme que cubrió el pecho de un valiente, que sintió palpitar el corazón de un héroe y prestó íntimo abrigo a un altísimo espíritu, que peleó contra los españoles, no porque fuesen españoles, sino porque eran los opositores de sus ideales”.
Poco le duró el gusto de haber festejado el centenario independiente, ya que llegó la revolución en noviembre de ese 1910.
"Vengo ante la Suprema Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional de la República, con que me honró el pueblo nacional; y lo hago con tanta más razón, cuando que para retenerlo sería necesario seguir derramando sangre mexicana, abatiendo el crédito de la Nación, derrochando sus riquezas, segando sus fuentes y exponiendo su política a conflictos internacionales”: Así redacto Díaz su renuncia el 25 de mayo de 1911, al cargo de Presidente de la República.
En un fragmento de una carta de Porfirio Díaz a Enrique Fernández Castelló, en la primavera de 1912, se infiere que muy probablemente se arrepintió de renunciar al cargo: "…Ahora siento no haber reprimido la revolución. Tenía yo armas y dinero, pero ese dinero y armas eran del pueblo, y yo no quise pasar a la historia empleando el dinero y las armas del pueblo para contrariar su voluntad ... Digo que siento no haberlo hecho porque a la felicidad nacional debí sacrificar mi aspecto histórico ...”.
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