Como usted sabe, el coordinador de la diputación federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Rojas, propuso reducir del 16 al 15 % el Impuesto al Valor Agregado (IVA), durante su reunión plenaria en Ixtapan de la Sal, el 26 de agosto pasado, y que se encuentra sin consensos por presiones de la mayoría de gobernadores del tricolor bajo el señalamiento de dañar los ingresos locales.
Por su parte el vicecoordinador de la diputación del Partido Acción Nacional (PAN), Carlos Alberto Pérez Cuevas, dijo que de aprobarse dicha propuesta, le exigirán al titular del Ejecutivo utilizar el veto presidencial.
Además, el diputado Héctor Pablo Ramírez Leyva (PRI), anunció que de no prosperar la reducción al IVA, renunciará a pertenecer a la bancada de ese partido y se declarará independiente.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dijo que de aprobarse, el punto porcentual que dejaría de recaudarse equivaldría a 33 mil millones de pesos (mdp), cuando analistas estiman que sería de 35 mil mdp y el Partido Acción Nacional (PAN) de 37 mil mdp.
Hace un año, el Ejecutivo Federal manifestaba que había un “hoyo financiero” por 400 mil mdp y cuando comparecía el entonces titular de la SHCP, Agustín Carstens, el diputado Jesús Alberto Cano Vélez (PRI), censuró la propuesta de la llamada entonces contribución para el combate a la pobreza, pues, dijo, “funciona como IVA, grava con IVA y lastima como IVA, es un albazo impositivo”, el ahora gobernador del Banco de México, se puso serio y no evitó expresar algo así como un puchero.
Cuando la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó el informe “Áreas de Opacidad y Riesgo en el Estado Federal Mexicano, Oportunidades de Mejora, 2009”, arrojaba por ejemplo, que en el 2006, 50 grandes contribuyentes, -entre empresas de la industria automotriz, productos fotográficos, panificadoras, acereras, tiendas departamentales y de autoservicio, e instituciones financieras-, pagaron 74 pesos de Impuesto sobre la Renta (ISR) y 67 pesos por Impuesto al Valor Agregado (IVA) entre el 2000 y el 2005, en promedio, entre otras barbaridades.
Además y de acuerdo a una revisión efectuada por la ASF, el número de Fideicomisos se incrementó de 1,387 en 2004 a 1,409 en 2005, y el monto de sus activos pasó de 675 mil millones de pesos a 742 mil millones de pesos en ese periodo.
A junio de 2010, la SHCP informa que existen 364 fideicomisos, mandatos o análogos, con un monto de 389,378.4 mdp., según arroja el Anexo XVII del Informe al segundo trimestre de 2010 sobre la Situación Económica, y que algunos de ellos han sido señalados por la oposición, como auténticas cajas chicas del Gobierno Federal, que proveen recursos frescos para ser usados a discreción o con fines políticos.
En el análisis sobre la situación económica del mismo periodo, elaborado por el Centro de Estudios de Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, señala que “Existe un importante problema en la información que sobre el ejercicio del gasto el Ejecutivo Federal presenta al Congreso de la Unión, y es que no existe congruencia entre el formato del PEF, su respectivo calendario presupuestal y los informes que se integran para la rendición de cuentas”.
El primer impuesto suprimido: En el Congreso de Chilpancingo, el 14 de septiembre de 1813, José María Morelos abría la convocatoria con un emotivo discurso: “[...] Genios de Moctezuma, Cacahma, Quautímozin, Xicotencal y Calzontcin celebrad en tomo de esta augusta Asamblea ... el fausto momento en que vuestros ilustres hijos se han congregado para vengar vuestros ultrajes y desafueros, y librarse de las garras de la tiranía y francmasonismo que los iban a absorber para siempre. Al 21 de agosto de 1521 sucedió el 8 de septiembre de 1813; en aquél se apretaron las cadenas de nuestra servidumbre en México Tenochtitlán; en ése se rompen para siempre en el venturoso pueblo de Chilpancingo [...].
Acto seguido, el secretario de dicho Congreso, Juan Nepomuceno Rossains, le daba lectura a los Sentimientos de la Nación, en el “Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento de semillas y demás efectos u otra carga igual, ligera, que no oprima tanto, como la Alcabala, el Estanco, el Tributo y otros; pues con esta ligera contribución, y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra y honorarios de empleados.”.
Una anécdota: para el sitio de Cuautla de 1812, el ejército insurgente estaba necesitado de obligar a los realistas a gastar parque, por lo que pedía voluntarios para que se acercaran a las trincheras enemigas y provocaran los disparos de los españoles.
Como en la guerra y en el amor, todo se vale, entre los voluntarios a tan peligrosa misión, estaba una mujer: María Reyes. Una insurgente que se acercaba a las filas de los gachupines, se levantaba las enaguas mostrándoles las nalgas a los realistas y provocando sus disparos. Seguramente esta mujer salió ilesa, ya que con el tiempo, fue juzgada por la Inquisición y encarcelada durante cinco años por tan osados actos.
Si son 33 mil, 35 mil o 37 mil mdp, en la lógica de las cosas, no le parece que el faltante señalado puede salir de los impuestos que verdaderamente dejan de pagar las empresas, según el informe de la ASF? O bien, de alguno de los millonarios y poco claros fideicomisos citados arriba?
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