Citas memorables de la historia de México

¿Siguiente cita? Haz click en F5 o en Página Principal para actualizarla.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Los candidatos



En comisiones del Senado, se valora las candidaturas de Luis María Aguilar Morales, María Luisa Martínez Delgadillo y Jorge Mario Pardo Rebolledo, para substituir al Ministro Mariano Azuela Güitrón; así como las de Jorge Carlos Adame Goddard, Eduardo Ferrer MacGregor Poisot y Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea, para suplir al Ministro Genaro David Góngora Pimentel, ambos Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que próximamente entrarán a retiro. 

Azuela Güitrón fue propuesto por el expresidente Miguel de la Madrid Hurtado en 1983, mientras que Góngora Pimentel por Ernesto Zedillo en 1995. 

Como usted sabe, los ministros son electos para un periodo de 15 años. Para su elección, el Presidente de la República propone al Senado una terna de candidatos para cada puesto y, previa comparecencia, se elige a uno de ellos por mayoría calificada de dos terceras partes, para integrar en su totalidad, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que se compone por once Ministros, uno de los cuales es su presidente. La SCJN funciona en Pleno o en Salas. El Presidente de la SCJN no integra sala, es decir, solo forma parte del pleno en sí, pero no participa en ninguna de las actividades de las salas. 

Los ministros pueden dejar definitivamente el cargo por tres motivos: conclusión de su periodo; renuncia, la cual es sólo procedente en causas graves que deberá calificar el Presidente de la República y aprobar o negar el Senado, y por último, jubilación voluntaria, que procede cuándo el interesado solicite su retiro, siempre que reúna las condiciones de edad y antigüedad. 

El primer tribunal de justicia en México se remonta a 1814, cuando el Congreso de Chilpancingo, convocado en 1813 por el jefe insurgente José María Morelos, expidió el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, que nunca entró en vigor, pero que en su artículo 44 se estableció que la soberanía del pueblo correspondía al Supremo Congreso Mexicano, y que además se crearían dos corporaciones, una con el título de Supremo Gobierno, y otra, con el del Supremo Tribunal de Justicia. 

En 1855, durante el gobierno de Ignacio Comonfort, Benito Juárez fue nombrado Presidente de la Suprema Corte de Justicia. En diciembre de ése mismo año, durante el golpe de estado ocasionado por conflictos entre conservadores que apoyaban a la iglesia y liberales que habían apoyado la separación Iglesia-Estado, Juárez fue apresado por las fuerzas del propio Comonfort. La razón fue la duda de los golpistas ante su posición, ya que Juárez nunca se declaró abiertamente en contra ni a favor del conflicto, irónicamente causado por la ley que él mismo había ayudado a sentar las bases. 

Una anécdota. Al término de la Segunda Intervención Francesa, Juárez retoma del poder en julio de 1867, mientras que el cadáver de Maximiliano era embalsamado en Querétaro, pero resultó mal practicada, por lo cual fue necesario un nuevo embalsamamiento, el cual se realizó en la capital de México, en la iglesia del hospital de San Andrés, que era una iglesia mediana que cerraba el callejón de Betlemitas; después fue derribada, y el lugar donde estaba es ahora la calle de Xicoténcatl, hoy cerca de las proximidades de la sede del Senado. 

Las Hermanas de San Andrés recibieron la orden de desocupar la iglesia e hicieron que se sacasen los sacros utensilios para ofrecer misa y la iglesia quedó convertida en un salón profano de operaciones quirúrgicas. El cadáver de Maximiliano fue colocado en una gran mesa en medio de la iglesia, se situó en ésta a una tropa para que custodiase el cadáver. 

En un día de la segunda mitad de octubre se dio aviso al Presidente Juárez, de que estaba terminado el embalsamamiento. Quería verlo. En secreto, a las doce de la noche en punto se paró un carruaje a la puerta del templo de San Andrés, y el jefe de la tropa abrió inmediatamente la puerta. Entraron únicamente el Presidente Juárez y su ministro Sebastián Lerdo de Tejada.

Juárez se puso las manos por detrás, y por algunos instantes estuvo mirando el cadáver sin proferir palabra. De repente, dijo “…Era alto este hombre; pero no tenía buen cuerpo: tenía las piernas muy largas y desproporcionadas.  No tenía talento, porque aunque la frente parece espaciosa, es por la calvicie. …”. Lerdo guardó silencio. Afuera, Camilo, -un indio zapoteca-, esperaba al Presidente de la República para conducirlo a Palacio Nacional

 ¿Qué habrá pensado el Presidente Juárez en ese momento, de aquel hombre que quiso imperar en México?
Lecturas: counter

0 Comentarios:

Publicar un comentario