Citas memorables de la historia de México

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sábado, 20 de diciembre de 2008

Consumatum Est

El 15 de diciembre concluyó formalmente el primer periodo de sesiones ordinarias del tercer año de la LX Legislatura del Congreso de la Unión, que desde luego comprende a ambas Cámaras. Cámara de Diputados sesionó en 33 ocasiones, en las que se presentaron 345 iniciativas para reformar diversos ordenamientos; además, se aprobaron más de 80 dictámenes relativos a iniciativas o minutas, otro tanto igual de dictámenes con puntos de acuerdo, entre otros. Por lo que toca al Senado, se aprobaron 64 decretos, 17 de ellos remitidos al Ejecutivo Federal para su publicación; 38 enviados a la Cámara de Diputados para su revisión, ratificó 12 instrumentos internacionales, así como 22 nombramientos a diversos cargos de responsabilidad. Cabe destacar el grado de consenso que se alcanzó en las votaciones, pues numerosos de ellos se aprobaron por votación unánime o prácticamente unánime y una cantidad mucho inferior se aprobó por votación más o menos dividida. Resalta del trabajo del Congreso, la aprobación de la reforma energética, la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la reforma que otorga al Congreso la facultad de expedir una ley general en materia de secuestro, así como las reformas constitucionales por las que se establece la pregunta parlamentaria y se omite la presencia del presidente de la República cada 1 de septiembre pero sigue informando por escrito al Congreso. Se trata de reformas que eran indispensables, en unos casos, y en otros de forma, pero que de los que se esperan transformaciones de fondo en procedimientos, sobre todo en seguridad y justicia -ampliamente demandado- así como en energía. Las discusiones al seno de las comisiones dictaminadoras, fueron muy similares a las del Constituyente de 1917, instalado en Querétaro el 21 de noviembre de 1916 con 140 de los 240 presuntos diputados. Una de las tendencias ideológicas para reformar la Carta Magna consistía en que, la Constitución de 1857 no había llegado a ser efectiva, mientras que la otra tendencia demandaba la modificación de los preceptos que observaba como obstáculos para el país. Para formar el Congreso Constituyente, el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, el Gral. Venustiano Carranza, procedió de similar forma que el presidente Benito Juárez en 1857, es decir, sumó una gran cantidad de facultades, en virtud de las gravísimas circunstancias que vivió el país y se abanderó en la defensa de la Constitución de 1857. Una vez instalado en el Teatro Iturbide -de Querétaro-, al frente de la Mesa Directiva se hallaba el jalisciense Luis Manuel Rojas, quien dio a conocer a la Asamblea Constituyente, el proyecto de decreto dirigido por Venustiano Carranza, el 1 de diciembre de 1916, y que de inmediato se formaron comisiones para su análisis, discusión y dictaminación. En el Constituyente de 1917 había 62 abogados, 16 médicos, 16 ingenieros, 18 profesores, 14 periodistas, 7 contadores públicos, 2 farmacéuticos, 4 mineros, 3 ferrocarrileros, 5 líderes obreros, 1 actor, 22 militares, 19 agricultores y otros 31 ciudadanos entre artesanos, comerciantes y empleados en general, entre otros. Las discusiones en comisiones se encontraron con la polarización de opiniones de los diputados, definidos como “liberales carrancistas” y jacobinos obregonistas” así como de un grupo independiente de ellos. Entre los artículos más debatidos, estuvieron los relativos a las cuestiones religiosas. Para los diputados constitucionalistas, la influencia negativa de la Iglesia se había hecho patente en el apoyo que ésta diera al jalisciense Victoriano Huerta. En lo laboral, los diputados Héctor Victoria, Froylán Manjarrez, Alejandro Cravioto, Rafael de los Ríos y Francisco J. Múgica integraron la Comisión que dictaminó lo referente al trabajo. Se dictaminó el establecimiento de la jornada de 8 horas, el descanso semanal y la prohibición del trabajo industrial para mujeres y niños. A moción de Múgica, se aprobó que los trabajadores participaran de las utilidades de las empresas y la obligación de dotar de vivienda. El agrarista Andrés Molina Enríquez, sin ser diputado, fue quien redactó el artículo 27 constitucional, referente a la cuestión agraria. Y ahora, sigue tocando a los legisladores continuar con más cambios para el país, como la moderación en el cobro de comisiones bancarias, entre otros temas.
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