Los problemas de la administración
pública no sólo se ciñen a los políticos impulsados a un cargo de elección por
los partidos políticos. También los gobernantes independientes los tienen.
Con una deuda pública de más de 90 mil
millones de pesos (mdp), la semana pasada asumió como gobernador de Nuevo León
(NL), Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”,
quien venció en las elecciones pasadas a la candidata del PRI en ese estado,
Ivonne Álvarez.
El gobernador Rodríguez Calderón tendrá
que negociar con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el pago de
la deuda pública, por una parte, y pondrá en tela de juicio a la administración
de su antecesor, en medio de fuertes señalamientos de corrupción.
Una gran mayoría de las demandas
ciudadanas se centra en el rubro de la seguridad, en el que Nuevo León puso su
confianza en un modelo basado en la profesionalización de su seguridad pública así como el
establecimiento de una unidad antisecuestros y de acuerdo a la Procuraduría de
NL, de 2,003 secuestros en 2011 la cifra se redujo a sólo 719 en 2013.
El reto del gobernador de NL es conservar
y aminorar los índices delictivos, así como devolver la confianza a la ciudadanía
en las instituciones de gobierno. De su desempeño podría ser determinante para
su postulación como candidato ciudadano a la Presidencia de la República.
En la misma situación se encuentra el
recién ungido presidente municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro, quien en una
rueda de prensa señaló que del estado de fuerza de la Policía de Guadalajara,
consistente en unos 2,000 elementos, alrededor de 600 de ellos se encontraban
comisionados en actividades diversas, como escoltas de personalidades, sin precisar
de quién se trataba.
Pero además, Guadalajara es el municipio
más endeudado del país, con un cálculo de unos 3,700 mdp cuyas atribuciones para
endeudarse le fueron aprobadas en 2005 por el Congreso de Jalisco.
Alfaro Ramírez señaló también que deberán
reactivarse los módulos de seguridad público, y que muchos de ellos, se
encuentran en el abandono.
No sólo en seguridad y en finanzas
públicas. La pasada administración de Guadalajara se vio enmarcada en
escándalos de corrupción y de ineficiencia gubernamental, que capitalizó
electoralmente Movimiento Ciudadano, no sólo en este municipio, sino en los
principales municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara y del interior
del estado.
Nuevamente y del éxito que tenga la
administración de Enrique Alfaro, dependerá el éxito en las siguientes
elecciones que lo podrían colocar, como el candidato de su partido a la
Gubernatura de Jalisco.
Sobra decir que en ambos casos, en NL y
en Guadalajara, hay damnificados de la clase política que luchan por su subsistencia
política.
Al final, sólo en los ejemplos de la hacienda
pública y en seguridad, los gobernantes emanados de los partidos políticos
salen reprobados en las urnas por sus electores, y con esto, el avance de los
candidatos más identificados con las causas ciudadanas, y que en alguna ocasión
de su vida política, los institutos a los que pertenecieron olvidaron impulsar
la agenda con temas ciudadanos.
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