El presidente de la República, Enrique Peña
Nieto, promulgó la reforma constitucional en materia de transparencia, con un
mensaje en el que reconoció como un problema que, a pesar de los avances que se
han dado sobre el tema, la ciudadanía todavía tenga una mala percepción sobre
la situación.
Y es que durante décadas y con el argumento de
"razones de Estado", "riesgo a la soberanía, "riesgo a la
paz pública", "confidencialidad", y los más socorridos
argumentos en la actualidad, "interés nacional" y "seguridad
nacional", de los cuáles quien reserva la información muchas veces
desconoce el verdadero significado de ello, es que se pretende continuar con la
cultura del secreto, que oculta los más bajos actos que la política puede
alojar.
Paradójicamente, mientras fue en el sexenio del
expresidente Vicente Fox en el que se implementó la transparencia, -entre
otros, como un requisito exigido por el Banco Mundial para que México fuera
sujeto de crédito-, los diputados federales de su partido político se negaron a
apoyar el proyecto de Ley de Transparencia y Acceso a la Información, producto
del consenso del Grupo Oaxaca.
Es natural que la transparencia no sea del
agrado de algunas autoridades, quienes buscan en los subterfugios legales, el
lugar indicado para realizar toda clase de artimañas que tengan como finalidad,
ocultar la información del uso y gasto de los recursos públicos pero cuando son
descubiertos en flagrancia, una procaz indignación les invade, aparentando ser
los destinados por el padre Morelos, para ser los fieles y mejores interpretes
de los Sentimientos de la Nación, o bien, protegerse entre el cúmulo de
información a la opinión pública, creyendo pasar desapercibido.
Casos escandalosos de corrupción han cimbrado la
vida pública y cuyos protagonistas se encuentran en cualquier órden de gobierno
de sus tres niveles, involucrando personajes de todos los partidos políticos.
Ejemplos los encontramos en los hermanos
Bribiesca Sahagún durante el sexenio del expresidente Fox y Raúl Salinas de
Gortari; René Bejarano Martínez, "El señor de las ligas"; Emilio
González Márquez, ex gobernador de Jalisco, más recientemente, Manuel Velasco
Coello, gobernador de Chiapas, y así, la lista es grande.
Hay servidores públicos que todavía no
comprenden, que “Bajo el sistema
federativo, los funcionarios públicos, no pueden disponer de las rentas sin
responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino
con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio
y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a
vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les
señala", según lo dijo el presidente Benito Juárez.
0 Comentarios:
Publicar un comentario