Los nuevos partidos políticos

En un acuerdo del Instituto Nacional Electoral (INE), otorgó el registro de tres expresiones políticas nacionales, que vienen a incorporarse al espectro político nacional. Se trata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el Partido Encuentro Social (PES) y el Partido Humanista (PH).

En el primer caso, se trata del partido de Andrés Manuel López Obrador; en el segundo, de Hugo Erick Flores, a quien han señalado de ser pastor evangélico; y en el tercer caso, se afirma que es la propuesta del expresidente Felipe Calderón.

Cada partido recibirá poco más de 6 millones de pesos (mdp) mensuales, para sumar un total de casi 32 mdp en lo que resta del año. Pero más allá del origen de estos partidos, la pregunta debería ser si es necesario incorporar nuevos partidos al espectro político, cuando existe una crisis de representación en los partidos políticos vigentes.

Es de representación, porque aunque fueron electos mediante el voto directo de la ciudadanía, su permanencia y proceder como legisladores está íntimamente ligada a los intereses del instituto político que los impulsó y muchas ocasiones, sus intereses no coinciden con los de la ciudadanía, como por ejemplo, la ausencia de justicia en casos como la Guardería ABC.

En otros casos, porque fueron impulsados para representar los intereses de algún sector o interés particular, como por ejemplo, los llamados integrantes de la telebancada, compuesta por legisladores con intereses en la industria de la radio y televisión.

Pero lo más importante, es de representación porque los servidores públicos electos provenientes de los Partidos políticos han dejado de lado las causas ciudadanas para convertirse en buscadores de votos, o bien, ver sólo por sus intereses.

Luego entonces, cuando se dicen que representan intereses ciudadanos es que sale a la luz pública que en anteriores ejercicios de representación, fueron capaces de sustraer “poquito” del erario público, como le sucedió a Hilario Ramírez Villanueva, presidente Municipal electo de San Blas en Nayarit.